A todo el personal

A todo el personal: no se lo tome tan a pecho. Las prisas bien por el camino. Las heridas, fatal. La risa nunca olvide. Trate de hacerlo mejor. Sí, no piense mal. Arriba o abajo, en la jerarquía. Lo importante es el deslumbre del ser. El tiempo pasa. Pasará. Un día seremos polvo, ya sé. Sépalo usted. Escriba al día una palabra o dos. O mil. La cantidad no importa, al final. Lo importante es que venga de pronto la sonrisa. Y quede esa satisfacción a flor de piel. Vaya al mercado y cuente lo que no necesita. Vidriería. Olores. Pan.  Y llegue usted puntual. Tome lo que necesite, no más. Aquí estaremos hoy. Creo, mañana también. Espere. Es personal. A todo el personal. Susurre al agua. Tenga a mano el pan. Un cuchillo por si acaso. Madera. Toque madera. Y siga feliz en la ruta mejor. No olvide un libro. Y aquellas palabras. Toda palabra es responsabilidad. Siga escribiendo su historia personal con flores de verdad.

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