´Última estación
No pienses en la última estación. O más bien sí. No hay más después de ella. Allí termina el encanto de la vida por el dolor y la sonrisa. Hemos recorrido en el largo trayecto otros puntos cardinales. Estaciones de todo tipo, donde mercaderes realzan su oficio por la carne oro polvo. Pan de Cristo. Metáfora de la sangre contenida. Adjetivización de la fricción pedernal para el diluvio. Paréntesis la lluvia. Cómo suena en el zinc y el viento golpea en las ramas de los árboles. Barquitos de papel por las calles. Ríos bajo el amparo de la noche. Me pongo a tu disposición, corazón. La última estación es la depedida con sirenas que te llevan con embeleso en brazos. Yo me distraigo fácilmente por este asunto de palabras. Contigo, con la suerte, con la muerte dientona (nuestra, vos, de todos) , la última estación queda lejos. Usted dispense. Pongamos quinto al piano y a seguirle.
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