Más que a nadie

Recordás la canción, más que a nadie, me digo ante el espejo. Y la canto de a poco, entre murmullos de humedad por el agua caliente. Recuerdo atardeceres a la orilla de la playa, entre nubarrones anaranjados y blancos. Era el destino. Presente altivo que se cobra facturas sin pago pendientes de todo. Era el tiempo de arena y limo canciones de Serrat cancionero, en el closet del destino. El pasto bajo la sombra del abedul y los libros tirados para recordar otros tiempos. Limonada era y de vez en cuando el verso mojado con cerveza. 
"Que te quiero más que a cualquier otra cosa
te lo he dicho con el sol y los cometas,
te lo he dicho con el viento y la veleta,
te lo he dicho con el agua luminosa.Se traslada el tiempo a otros escenarios. Burbuja de tiempo, azoro por las tardes sin nadie, música de fondo cuando ya no estabas. Zanates sobre los árboles al atardecer y más incendios del crepúsculo. Suena la campana de la iglesia. Pero la luz viene aún cuando la oscuridad dispuso otra cosa. Cocos de tarde, enredaderas y el naranjero. Ven, dijiste, e iba resuelto a perderme entre murmullos y jadeos. Al alcance el cielo era cierto, de verdad, cierto para tener la recompensa. Delgadillo ahora. Pero siempre los mismos con sus radiantes estrofas del Silvio y el Pablo. Vitrales. Oraciones de amistad. Y las manos adivinadas para el lápiz, las cuerdas y los amores. Música de acordeón, Paso del Norte. 

Que triste se encuentra 
el hombre 
cuando anda ausente 
cuando anda ausente 
muy lejos ya de su patria 




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