Pose para la cámara
1
La muerte siempre está presente. Nos acompaña desde el nacimiento y durante toda la vida. Con paciencia espera el momento escrito en el metafórico libro del destino para dar el zarpazo o tomar tu mano con amor, o tocarte el hombro. No es antes, ni después. Es en el instante preciso. No tenerle miedo es clave. Saber que es natural como la vida. Y que es requisito, una cara de la existencia, lugar común para los vivos. Y se dice que es democrática: a nadie discrimina. Lo mismo carga con el listo y el tonto, con el rico y con el pobre, con el amargado y el alegre, con el sano y el enfermo. Así, que dese un respiro, sonría, que la vida es breve, fugaz, efímera.
2
No soy experto en nada. Y nunca lo intenté. Entre otras cosas, porque me aburro rápido. Ya estoy pensando en otra cosa cuando inicié hacer algo. Mi salto de rana ya estaba a punto se cambiar mientras llegaba. Y así, pues cómo. Paso de mar a tierra firme con la velocidad del rayo. Tomo el color gris para cambiar lo amarillo del sol, y vuelvo al gris o de plano le pongo una capa de negro, nunca verde en ese caso. Y así por el estilo.
3
Tengo pretexto para todo. Si me caí, me justifico. Pararse es obligatorio o ya de plano quedarse para ver si la inercia juega a mi favor. Cambio de barco, mas no de piel. Cambio de nave, pero no de ruta. Y paso la mirada de una estrella a otra, o cuando menos, a la luna, enigmática y bella. Me siguen y sigo la corriente, porque camarón que se duerme, en coctel lo convierten. Y mi guitarra no es menos o más que árbol o vela d velero, mástil arrogante, ceniza en cenicero. Escribo y justifico, y si no lo hago nada pasa allá afuera. Me gusta soñar despierto y viajar por los cuatro costados de tu cuerpo. Aquel lunar e una batalla. La curva o montaña tienen su razón filosófica del ser para la nada. Y así, entre justificaciones y pretextos pasan los días.
4
Coma me parece bien, el punto y coma ni se diga. Y hay de puntos a puntos, mas los dos puntos son el anuncio de que algo viene por decirse, y de común podría ser una sorpresa, un nombre, una declaración, un vocativo. Y es a ti. O a nadie. Las interrogantes o admiración tienen lo propio. Y yo me quedo con el verso a la deriva. Para ver si así, o ¿cómo? No se juega con la rima, ni decir que es antigua, tiene buen sabor cuando toca fibras sensibles con ritmo y gallardía. No es por nada, pero la palabra rima con prima hacen pareja, a la que hay que preguntar si el pan y el café son propicios, si vienen bien, no sé, la plática.
5
Decía sobre la muerte. Viene bien un descancito. Acostarse y ver si vuelven los sueños, o preguntarse si serán eternos, como en el nunca acabar, donde a un sueño siga el otro y otro, y así. Preguntar si hay café en la eternidad, para asegurarse bien de las delicias, y si no, pues ni modo, inventaremos otra forma de alegrarnos los momentos. Ese instante sutil que es eterno mientras dura. Y adiós, para extrañar de nuevo.
6
A veces me preguntan si es mejor el cuento o la novela. Y busco respuestas como aquella que leí un día, que un buen cuento es mejor que una mala y fárragos novela. Y lo contrario. Y la relaciono con la vida, si es mejor vivir pocos años o muchos, y viene a cuento que vivir menos años pero felices ocupando la vida en hacer más que decir, es mejor que vivir cien años y dar pena por lo sin sabor ni sal ni aroma. Solo que eso de menos o más en la duración no tiene sentido ni preguntarlo, porque eso no depende de nosotros, a menos que nos atraiga el brillo del metal, o la rapidez de bala de la bala. Peor no, allí sí que zafo, como dicen los niños cuando hay que ir por las tortillas.
7
Hay afanes por la prisa, hay afanes por la casa y el auto, y hay asimismo, miedo por el fin de mes y la deuda de la renta. Asimismo hay afanes por llegar primero, por sentarse al frente en el presidium, por ser nombrado, por obtener diplomas y doctorados aunque sea sin sustento, previo pago. Hay afanes porque salga nuestro nombre en libros y revistas, aunque sean de poca o nula monta literaria y lo compren si acaso solo la familia. Hay afanes para todo. Y nadie piensa en helarán por la muerte como salida natural de quien vive. Que nada nos llevaremos cuando la marcha sea inminente.
8
Hay afanes por el nuevo disco, por tener más tierra, por viajar a donde sea, por llegar a casa y encender la tele, por abrir la nueva cerveza, por recibir regalos, halagos, primas extras, compensaciones por respirar, porque me salude el candidato, porque se cruce en mi camino el cachito de lotería sin comprarlo, por aprender sin estudiar, porque caiga el maná del cielo, porque llueva oro o café en el campo. Y nada pasa si no das tú mismo el paso, que con sudor y lágrimas se alcanzan logros, que te llenen, sin esperar que sean otros los que digan qué bonito, gracias.
9
¿Por qué pones números a los párrafos de tus textos? No lo sé, ni me interesa saberlo. Siento libertad de poder cambiar de un tema a otro, que a veces coinciden, en otras tengo qué decir, "y pasando a otro tema", o "hago paréntesis". Porque es muy notorio mi salto de un tema a otro. Y a veces regreso a lo que estaba diciendo, o "decía yo párrafos arriba que..." Y sí hasta llegar o pasar al número diez, que es cerrado, y a veces queda algo que no se dijo, y me voy al once, doce o trece. Puedo quitarle los números al final, y quizá nadie lo note, y por tanto no haya reacciones. Pero luego he de probar a escribir sin números. ¿Por qué no escribes de política?, también me lo preguntan, pero sé que es un pantano el tema como tal, porque además ni me interesa, por ahora. Quizá mañana o pasado mañana.
10
Tengo en la punta de la lengua letras de canciones populares. Sucede que en el momento de empezar a bañarme, me salen los versos de una canción, y es la misma por unos quince días. Por ejemplo: la mujer que yo quiero no necesita bañarse cada día con agua bendita, tiene muchos defectos, dice mi madre..." Y así. Cuando me subo al auto, tengo otros versos de otra canción. O cuando estoy en la escucha en la plática con alguien, algo de lo que dice me lleva a una canción, y mentalmente canto algunos versos. No lo evito porque me gusta. Se me hace irreal, no creo que sea muy original. Pero en fin. Yo vivo a mi manera. Y en paz, porque muy cerca (ni tanto) de mi ocaso yo bendigo a la vida, por supuesto, con el poema de don Amado Nervo, bien amado.
11
Soy quien escribe todas las mañanas, sin más afán que terminar las tres cuartillas diarias. Me acompaño con café. Quedan en un blog. Escribo en computadora, antes en máquina de escribir. Nunca a mano, solo para la firma. La pluma en mi camisa va más bien como adorno. Admiro a las escritoras que escriben a mano y llenan cuadernos. Es romántico, para ellas es natural. Es idílico e idilio con el oficio. Los hay escritores, que igual, aunque no se les entiende. Y hasta se toman fotos escribiendo. Yo lo hice. Hace como cuarenta años. Posé para la cámara.
Comentarios
Publicar un comentario