Ocurre el amor

1

No te das cuenta, y el amor ocurre. Sobretodo si no lo buscas, y menos lo persigues. Si te haces el desentendido, la desentendida. Si piensas en ti, ocurre, pero solo que no pienses de manera obcecada, que se confunda con egoísmo. Caminar sin prisa, sin pausa, es parte de la clave para que el amor pase junto a ti, y te toque. Es un aroma de bosque, un perfume de flor, un viento suave que apieliza en ti, como comunión de todo lo que existe. Sí, eso es: comunión.

2

Ocurre el amor, claro, si estás conciliado, conciliada, contigo mismo. Si te amas, si tu pensamiento es alerta, pero no demasiado, si prevés, pero dejas algo al azar, si programa, pero deja una letra al revés, para que se note el juego, si silbas una canción para nadie, si miras lo alto, pero de vez en cuando te asomas al camino, si miras lo bajo, pero de vez en cuando te asomas a ver la luna y las estrellas. Todo en exceso daña, si el amor solo se hace, si  esperas milagros del roce, si esperas que crezca con las repeticiones, entonces el amor finge estar, pero no está. Así de sencillo.

3

Sabrás que el amor ocurre, cuando levantas una piedra y miras unos ojos que te miran. Si cruzas una escalera y ves al gato negro que te mira . Si miras naturaleza en dos perros que intentan zafarse luego de perseguir la liebre. Si no buscas echar sal o cal al sapo que anda divertido y sereno por tu patio, comiendo moscas y lagartijas. Si oyes ladrar un perro y recuerdas un cuento de Rulfo, y hasta tu mente pregunta que si los oyes ladrar. Si coges un libro sin historia, e inventas tú la historia propia y sueñas la novela que no existe.

4

Se piensas en el amor como que debe suceder por generación espontánea; si has visto que sucede en la películas para simples, donde el galán cuerpo motiva a la muchacha simple interpretada por la actriz bella vestida en harapos, se casan y fueron felices, entonces andas y andarás equivocado. Si andas buscando al principie o a la princesa azules, con cuentos o sin cuentos, que habitan solo en las mentes rosas, en etapas luminosas y castillos medievales con internet y redes; entonces andas equivocado. EL amor es una cosa esplendorosa -perdonad la expresión común- y solo habita en las personas bondadosas.

5

Al amor se le confunde con la rosa de los vientos, con el paraíso de vírgenes y ángeles, con cantos de sirenas, con las compras de regalos frenéticos comprados en las plazas comerciales, y no es que no visite esos lugares, solo que el consumismo y el brillo falso de lo amarillo, deslumbra a quienes esperan los milagros, y no ven más allá de sus narices. Y la imagen del amor es una imagen falsa. El amor es todo simple, es modestia, es honradez, nada más alejado del éxito y la fama.

6

Al amor se le confunde con la cama (no prescinde de ella), con la limosna al pobre, allí se finge cuando se anuncia; con la llegada al templo o iglesia, y se usa tijera y lengua para cortar el traje a los vecinos; con la obra que se hace pero se grita a los cuatro vientos; se le confunde con un conjunto de patrañas. Pero el amor es simple y habita por todos lados, solo que no todos los ojos lo reconocen, ni todas las miradas lo enfocan.

7

Hay caricias y besos, productos de rutina; los hay por compromisos y acuerdos notariados; los hay por intereses terrenales y mundanos; los hay por firmas de convenios; por venganzas personales; por aburrimiento, por sueños, por abandonos, por figuras que no existen; los hay por silencio, por guerras de guerrillas, por fingir revoluciones, por dar un paso atrás o al frente, por vuelos simulados, por juegos fantásticos, por anhelos no cumplidos, por miedo, por sentir como bien lo dice Jean Paul Sartre que se existe por el otro que acaricia; por orden superior de la especie, como bien lo señala Shopenauer, etcétera. Las caricias y besos son parte del amor, pero no siempre lo representan, a veces son todo lo contrario.

8

El amor, de cada uno según el concepto que tenga, a cada uno según sus sueños. El amor, de cada uno según sus andanzas, a cada uno según sus límites. De cada uno según su brújula, a cada uno según sus brujas. De cada uno según sus palabras, a cada uno según sus silencios. De cada uno según sus libros, a cada uno según sus temas. De cada uno según sus cometas, a cada uno según sus vuelos. De cada uno según su precio, a cada uno según su valor. De cada uno según su precio, a cada uno según sus aprecios. 

9

Ocurre el amor cuando miras al espejo y sonríes. Solo que todos tus semejantes son espejo, porque son imagen y semejanza. Ocurre cuando te condueles del que sufre y mueves una mano para mitigar su dolor. O cuando menos tu oído está presto para escuchar con atención sus penas. Ocurre cuando vas al río y si no tienes hambre no traes de pescar para obtener ganancia de la muerte. Ocurre cuando te indignas ante las injusticias. Y saber de la guerra te causa dolor y andas triste y no lo puedes explicar. Ocurre el amor cuando la haces desde dentro de ti, con una vibración que te sorprende.

10

Si hay una filosofía del amor, esta se sintetizaría en dar sin esperar nada a cambio. Y si un mar en calma no hace al buen marinero, la calma no es sinónimo de amor. El amor está en el vuelo de la mariposa. El amor es la oruga en su transformación. Es la esperanza de quien nada espera. Al contrario, camina sin quedarse en la hamaca. Y camina por entre jazmines y gardenias. Y el amor llega en el aire que respira. El amor es el esfuerzo sostenido. Es la siembra. Es el despertar. Es el amanecer estés o no despierto. Es el buenos días que das y que recibes, o aún sin recibir respuesta. Es el camino del cartero llevando las buenas nuevas, milagrosamente no correspondencia de los bancos y las casas comerciales. Es ver en la moneda, el sudor del trabajo del hombre. 

11

Y en las canciones: "El amor está en el aire,/ dondequiera que miro a mi alrededor/. El amor está en el aire, cada vista y cada sonido/ Y no sé si estoy siendo tonto, no sé si estoy siendo sabio/ Pero es algo en lo que debo creer/ Y está ahí cuando te miro a los ojos..." Y la clásica qué canta Marco Antonio Muñiz: "Por amor fue una vez/ al calvario con una cruz a cuestas/ aquel que también por amor/ entregó el alma entera/..."

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