VI Festival de Alebrijes muertos que hablan y escriben

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¿Y qué seríamos sin las palabras? ¿Sin los cuentos que cabalgan de manera oral de generación en generación? ¿Sin las historias conocidas? ¿Y qué seríamos sin el lenguaje escrito? ¿Y qué sin lo que se cuenta? Ahí estaría el detalle. Brillan los ojos con la palabra dicha. Se construye un puente, una pared divisoria. La palabra es génesis porque desde el principio fue el verbo. Y tú palabra en el oído es canto de sirenas.

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Y hablando de la palabra, Casa Alebrijes echó la casa por la palabra. Ayer. Sí señor, señora, señorita. Con el tema del mes que refiere a la tradición de los muertes, se efectuó lectura del taller La Cueva de los Alebrijes y luego narraciones orales de chicos y grandes. Tod9 ello dentro del marcó del 5o Festival de Narrativa sobre los muertos. 

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Algo nerviosos leyeron sus textos los integrantes del taller. Poemas, cuentos y reflexiones sobre el tema. Que sí la calaca nos lleva tarde que temprano, nos lleva. Se sorteó el número de participación. Nancy Balleza pasó primero. Ataviada de Catrina leyó un cuento del niño que cumple su sueño de meter gol en su agonía. Y un texto reflexivo. Siguió Fidencio con un cuento de terror ocurrido en Gaviotas city. 

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Luego pasó Eddie con un texto donde se enfrentan el caballero de la vida y de la muerte. Edgar leyó calaveras sobre deporte y otro texto. Jaime Ruiz leyó fragmentos de un ensayo sobre la tradición, en el que hace un recuento de escritores que trataron a la muerte como su igual. Isaías un muy buen  cuento sobre concurso de carcajadas. Paula un cuento excelente. Yo leí asimismo calaveras sobre los integrantes del taller. Y para finalizar la invitada especial, la escritora Erika Rodríguez Padrón leyó y declamó cinco poemas con temática igual sobre la tradición y la muerte.

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A esta hora el público ya había abarrotado el espacio, dándose el caso de que hasta por la puerta y ventana se veían rostros ávidos de escuchar el espectáculo de la palabra. Yo pensaba en el suculento café y el pan. Y asimismo el tamal. 

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Luego siguieron las niñas y niños narradores orales. Cada uno con la experiencia adquirida. Uno apenas en sus inicios y otros con un poco más de experiencia en su corta edad. Qué maravilla escucharlos y verlos. Carolina, Abril, Brandon, Kirana y Regina nos deleitaron. Qué alegría de ver a las chiquitinas y chiquitines con el hubo una vez. Y como me lo contaron se los cuento. La esperanza de un mundo mejor la sostienen ellos, ellas. Fantasmas. Espantos. El charro negro. Y cosas así.

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Luego el evento continuó con los narradores orales grandes. El platillo especial de la palabra. El dominio de la palabra al servicio de los mitos y leyendas.  Imaginar a nuestros abuelos contando, a nuestros padres contando. Y a nuestros hijos.

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Empezó la palabra de los grandes con Jakeline con el tema  de los almas que se separaron del cuerpo en la inundación del 2007 en Tabasco. Duerman tranquilos, pero estén atentos. 

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Pasó en su turno la gran Laura Sierra con el tema del mujeriego que encontró al fin su bella enamorada, solo que ya había muerto. Citlallin De Dios, la abuela contadora, con una experiencia de miedo con la ouija. De México, llegó representada la chilanga banda, con Rocío Rossete, con excelente presencia en el escenario y su cuento de buena factura. Delia Cantoral, que estaba de cumpleaños, contó sobre una leyenda de Oaxac. Alguien me falta por nombrar, de seguro. Ya lo anexaré en la revisión final. Y sin duda el cierre correspondía a Gibrham Delfín, quien deleitó con la leyenda de quien busca padrinos para el bautizo, y no aceptó a Dios ni al diablo, pero sí a la muerte. Antigua leyenda en la que se basó B. Traven para el Macario conocido.

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Y volviendo a la lectura del taller. Isaías maquillado de Catrina, lo mismo que Daysi Balleza fue fenomenal. Le dio gran toque al evento. Las niñas y los niños contando, una maravilla. Los grandes, ni se diga. De primer nivel. Y vuelvo al tamal y al champurrado. Repetí c9n dos tamales y cuatro champurrado. Ya ni me di cuenta si había café para el pan de muerto. Pero sí pensé mucho en el café.

PD. Gracias a Alebrijes Ruiz Cantoral. Excelente altar de muertos. Salvo que olvide en este momento alguno: Ciprián Cabrera. Norma  Cárdenas. Teodosio García.  Mario De Lille. Efraín Gutiérrez.  Gerardo Grajeda. Luis Alonso Fernández. Villahermosa Martín. Ariel Lemarroy. Marco Antonio Acosta. Pedro Tena. El papá y la mamá de nuestra estimada Delia. Y diez más.


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