Ya no voy a Qatar

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Viejo el chiste de dos amigos que platican. "Me volvieron a dar ganas de ir a Qatar". El amigo sorprendido le contesta: "ah perro, no me habías comentado que ya fuiste". El otro riendo: "No, no he ido. Solo que ma habían dado ganas de ir antes, y me han dado ahora gamas de nuevo".

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Ya no voy a Qatar.  No. No iba, es cierto. Además del dinero que debe salir un ojo de cara mas un riñón, en todo caso el fútbol no es de mis preferencias para ver. Prefiero, sí, el basquetbol. Pero suponiendo que fuera por echar un rol, ver los museos y a las qataríes, en Qatar está prohibido comer carne de puerco. Y yo sinceramente sin chuletas  o chicharrón en salsa, no puedo subsistir. No voy por todas las prohibiciones que tienen. Son restricciones "que hablan mucho de una sociedad, cómo decir,.. este,.. atávica, como si vivieran en otro tiempo muy antiguo, y por lo tanto no conocen de la modernidad, ni de libertades como las de nuestras sociedades".

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Qatar es un país muy pequeño que ocupa una península al este en Asia. Casi rodeado por agua, tiene una superficie de 11 571 km2, tiene solo frontera apenas de 563 kilómetros con Arabia Saudita, le rodea el famoso Golfo pérsico, y tiene cercanía con la península Barhein, a quienes divide un estrecho de agua. Su población total es de dos millones y algo más, aunque su población nativa es de apenas 250 mil personas, y el resto para el total es de trabajadores extranjeros. Qatar es uno de los pocos países del mundo donde sus habitantes NO PAGAN impuestos, porque estos se subsidian con la venta de el gas y el petróleo, que es para su bienestar. Y tiene un desarrollo económico a la alza. Antes se dedicaban a la agricultura primitiva y a la recolección de perlas. Pero luego del descubrimiento del petróleo y su visionaria administración ha logrado cada vez mejores estándares de vida. 

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No voy a Qatar, les decía, porque no permiten tomar bebidas alcohólicas y menos en la vía pública. Así que los que verán los partidos de fútbol en los estadios estarán tomando refrescos de frutas o de aguas naturales. Y eso pues está muy bien para los sobrios, pero para la fanaticada que ingiere bebidas moderadas con algún grado de alcohol, no lo van a poder hacer, so pena de cárcel y multa. Y así no creo que puedan disfrutar esas lindas jugadas del pateo del balón. No podrán decir salud con el grito posterior de gooool, respectivamente.

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Qatar es un país pequeño dividido en siete estados. Su capital es Doha. Y debido al alto índice económico de esta mega ciudad, la migración hacia ella de la población rural y semirural es constante y ha ido en aumento los últimos años, despoblando los otros estados. Tiene el segundo índice de desarrollo económico del mundo árabe, solo después de los Emiratos Árabes Unidos. Y los índices de criminalidad son muy bajos, ocupando apenas el lugar 29 del mundo. 

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No voy a Qatar porque está prohibido abrazarse y besarse en público o cualquier otra demostración de cariño en público, y esto es tanto para los heteros como para los homos, y tan expresivos en ese aspecto que somos nosotros. Vaya, que hasta en los hoteles no se permite la entrada en pareja si no muestran actas de matrimonio. Y aunque los administradores de los hoteles quisieran hacerse de la vista "gorda", y relajar ese mandamiento, tendrán vifgilancia por parte de la policía moral, que cuida se cumplan todos esos tipos de restricciones.

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Los actuales Qataríes provienen de los cananeos, cuyo gentilicio es muy mencionado en la biblia. Y en el transcurso de su historia ha sido tierra de conquista por califatos extranjeros, y ha sido punto de ataques de piratas por su posición estratégica de cruce de buques mercantes. Asimismo el imperio otomano se interesó en ellos, lo mismo que los iraníes. Larga es la historia de los sucesivos poderes que ocuparon Qatar y sometida su población, pero no por mucho tiempo porque estos son verdaderos guerreros. Se habla de su dominio por los persas y otomanos. Y para no hacer largo el cuento, finalmente sus autoridades firmaron con los ingleses en 1915 para ser convertidos en protectorado. Y de este alcanzaron su independencia en 1971. Es país joven. Y su forma de gobierno es el emirato. No hay elecciones tipo occidente. No hay partidos políticos. Ni pobreza. Robos. Secuestro. Tráfico de drogas. Ni males parecidos.

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En Qatar hay que andar pidiendo permisos para tomar fotos, si no es casi seguro que se meta uno en líos. Y yo que tengo afición por andar tome y tome fotos, ya me imagino no poder hacerlo con la libertad que tenemos en nuestros países. Me gusta retratar la pobreza, las iglesias, los edificios de gobierno, los perros de la calle, las flores, los cementerios, los músicos de la calle, la algarabía o tristeza de las personas, el interior de las iglesias, teatros,  bares y cantinas, etc. Y si no voy y a poder hacerlo, pues no tiene para mí mucha importancia ir. Así que a seguir tomando fotos en mi colonia y sus alrededores.

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El mundial de fútbol de Qatar empieza ya este 20 de noviembre. Y termina por allá del 16 de diciembre. Lo veremos por televisión de madrugada, sobretodo cuando juegue la selección de México, la de Argentina y Brasil. Y sin duda las semifinales y la gran final. Y miraré recibir la estafeta del Fifa 2026 que será organizado de manera tripartita por EEUU, Canadá y México. Y allí sí, tendremos todas las libertades para gozar a la occidental el ambiente del fútbol mundial. Arre.

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Cuando fui a La Habana en 2003 me sorprendió lo mismo a mis amigos y amigas que fuimos, que no hubiera sal de cocina en las casas y restringidas en los restaurantes, o de plano tampoco había, y que solo la vendieran en las tiendas para turistas. Pero luego lo relacioné con la salud pública, que es la ingesta de la sal, y el azúcar, de lo más dañino para nuestros órganos, siendo el riñón de los más afectados. Y que el tratamiento médico de las enfermedades y daños generados por la sal es muy caro, y que en conjunto pone a temblar la economía de las dependencias de Salud. Entonces lo entiende uno. Aunque la propaganda lo enfoque, eso de que no hay sal en Cuba, como pobreza (que sí la hay) o libertad limitada para la población en Cuba.Y volviendo a Qatar, está prohibido "hacer propaganda" a las religiones distintas a las de los qataríes. Y está prohibido andar en short y en trajes de baño en lugares distintos a alberca y playas. Y válgame está prohibido fumar cigarros de tabaco y mariguana, y consumir otro tipo de drogas, etc. Diría el clásico: "ay, no".

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Qué difícil es comprender a los demás. Que difícil es comprenderse a uno mismo. Qué difícil es la convivencia pacífica. Qué fácil es calificar de equivocados a los otros. Qué fácil es echar la culpa a los otros. Qué fácil es juzgar a los otros. Que fácil es encontrar la paja en el ojo ajeno y no mirar los maderos, vigas y la maderería completa en el ojo propio. Y volviendo ai título, solo para que quede claro. No voy a Qatar porque no tengo dinero. Y en caso de tenerlo no iría, y tampoco a Las Vegas, Nevada, capital de los juegos de apuesta. 

pd

Sé, por cierto que las grandes construcciones de edificios y estadios, estos para su uso en el mundial FIFA, requirió mano de obra, que no tiene Qatar, y que provino de migrantes varios países, y que su explotación tiene que ver con las condiciones de hacinamiento donde viven los obreros, el menor salario a lo normal, y el trabajo de doce horas. Y no solo por lo del mundial, porque el auge económico continúa. La industria de la construcción es parte muestra de su desarrollo económico. Solo que ese es otro tema.