He visto

1

He visto carreras de atletismo así. En la que la niña pierde su zapatilla deportiva apenas 5 segundos de la salida. Y en lugar de ponerse a llorar y abandonar, se regresa por la zapatilla, se la acomoda, y corre para remontar, no para ver si lo logra, sino que está segura que lo va a lograr. Miro su cabello en forma de torre enfrentando al viento. Miro sus piernas ágiles buscar la meta zancada a zancada. Y estando al retomar la carrera como a quince metros de distancia, poco a poco se acerca a la penúltima. Y luego alcanza a la siguiente. Para diez metros antes de la meta ir en primer lugar. Y tocar el listón del triunfo con el pecho, ufana.

2

He visto al atleta africano Abel Mutai ir en primer lugar durante casi todo el trayecto. Y a 500 metros de la meta tomar un camino equivocado. Y al segundo lugar, el español Iván Fernández, darse cuenta que le sería fácil obtener el triunfo aunque sin gloria, esperar a que el atleta que ya había perdido el primero se diera cuenta y retomará la senda, para ocupar el lugar primero que le correspondía. Y el que esperó para no aprovecharse del error, respondió ante la pregunta de su acto generoso y loable: "de qué me hubiera valido ese triunfo si realmente no era mío".

3

He visto asimismo en el maratón de México 1968 al tanzano John Stephen,  que se rompió una pierna. Y siguió corriendo con limitación -y dolorosa- como en un vía crucis. Y seguir aún que ya sabía que era el último lugar que le correspondía. Y en el estadio los asistentes veían la pista vacía, y en la pantalla a la atleta indomable, seguir corriendo en la.medida que el dolor se lo permitía. Hasta que varias horas después, ya de noche en la ciudad se vió la silueta de su cuerpo entrar al estadio victoriosa no de la carrera, sino de la lucha contra la tragedia y el dolor, y entrar por la puerta grande de la gloria. Transformó la tragedia en gloria.

4

Y me tocó ver asimismo al corredor Derek Resmond, de media distancia, que estaba ya sin posibilidad de ganar, rota una pierna y a saltos con una pierna y con la otra apoyarse a veces con gran dolor. Y resistir a su padre que le ordenó retirarse porque el daño podría ser mayor. Y su padre al no lograrlo se abrazó al hijo para ayudarlo en los últimos sesenta metros y llegar juntos a la meta. Ambos habían resistido a los guardias y auxiliares que les ordenarán asimismo desistir.

5

Y he visto endiosada la trampa en aquella tarde de 1986 en el Estadio Azteca, en el partido de cuartos de final entre Argentina e Inglaterra, cuando en el segundo tiempo con la mano Diego Maradona empujó la pelota para convertirla en gol y de esa manera continuar en el torneo eliminando al equipo inglés. La mano de Dios bautizaron esa acción con trampa, en el futbol gran negocio del espectáculo. La fama del tramposo.

6

He visto derrotas dignas, y triunfos dignos. Y he visto asimismo derrotas no aceptadas aunque se haya perdido en buena lid, y triunfos despreciables con base a trampas. He visto rostros alegres en la práctica de los deportes, en un disfrute admirable, como los niños en sus juegos cotidianos. Y he visto rostros duros, serios en los juegos profesionales porque saben que es un trabajo y ya quieren terminar.

7

Me gusta ver los deportes donde el protocolo marca saludo en el inicio y saludo en el final, como en el voleibol, en el que al finalizar desfilan frente a la red en sentidos opuestos y se dan la mano. He visto en ese mismo voleibol cuando la pelota va rumbo al público y el jugador o jugadora la logra salvar. Y hay quienes ni lo intentan.

8

Me gust ver jugar a los niños y niñas. La manera con la que asumen con alegría el juego, respetan sus reglas. Y a veces el niño llora cuando pierde, pero no acusando al otro, sino sabiendo que tiene que poner más atención en el siguiente juego. No hay mayor alegría y fortalecimiento de la esperanza que ver a los niños y niñas jugar. Por eso dicen que cuando el adulto trabaja en lo que le gusta, no es trabajo.

9

He visto choques de jugadores en el enfrentamiento deportivo, y he visto la caballerosidad de uno al ayudar a levantarse al otro, y en su caso pedir disculpas. He visto un todos contra todos, tratando de hacerse daño. He visto pitchers que adrede lanzan la pelota muy cerca del bateador para intimidarlo, y he visto los golpes que le dan al bateador con la pelota, y se nota cuando es adrede, aunque la mayoría de las veces no lo es. Y las reacciones de estos. He visto a los jugadores reclamarle a los umpires por un error. Y he visto goles que no son el futbol y los cantan y los clásicos "no era fuera de lugar". He visto fallar penales, y he visto bellos tiros de penal para excelentes goles.

10

he visto peleas de box que son un verdadero enfrentamiento deportivo. Y he visto peleas que a todas luces están arregladas. O decisiones donde gana el que perdió, y en consecuencia el que peleó mejor pierde. He visto los bultos que le consiguen para pelear a los famosos del espectáculo. Tongos, le dicen en el argot mafioso. Pero también habrá que escribir en otras áreas de lo que he visto, no solo en lo deportivo. Pero metafóricamente en lo deportivo se mira como un reflejo de la sociedad.

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