Si todos salváramos una vida

1. El australiano Timothy Shaddock salió de la Paz, B. C, México, casi a mediados de abril de este año, en su catamarán a una más de sus aventuras de mar. Esta vez acompañado de su perrita adoptada, de nombre Bella (Bela). En ese momento, como es natural, Tim y menos Bella, como es natural, no sabían de la aventura que estaban por vivir: un prolongado naufragio, agotadas las fuerza y la posterior resignación conciliada para encontrarse con la muerte.

 

2. La Bella fue su compañera mar adentro por tres meses. Tim salió con rumbo la Polinesia francesa (a recorrer 6289 Km de distancia) en un catamarán bien equipado con lo necesario para el viaje, tanto en la parte de aparatos de comunicación, motor con diesel para viaje normal, así como alimentos imperecederos. Solo que vino un huracán y por principios de cuenta le arrancó la vela que le daba rumbo aprovechando el empuje del viento, luego se le acabó el diesel para el motor. Y con el bamboleo propio de dicha tormenta con su aire como de furia, y por lo tanto el alto oleaje entre ocho y doce metros, se le inutilizó el radio y demás que le podría permitir comunicarse con otras embarcaciones o con puerto en tierra. Y quedó a la deriva.

 

3. Al principio se tiene la esperanza de ser rescatado, porque tienes despensa. Solo a esperar con paciencia que lo encuentren, como aguja en un pajar. Pescaba con su arpón para entretenerse y lograr que su despensa durara más. Hasta que en mala suerte un pez grande logró llevarse el arpón. Y quedó con menos posibilidades de alimentarse. Al paso de los días se le acabó la despensa. Y entonces fue que empezó a capturar aves mediante el truco de quedarse inmóvil, lo mismo Bella. Y en un descuido lograba quedarse con la gaviota, garza o golondrina y algún gallinazo. Entonces procedía a desplumarla, tomar su sangre tibia y comerla cruda. A Bella la alimentaba mezclado la carne cruda con las croquetas, que estas sí tenía aún. Y sintiéndose culpable con ella por arrastrarla a ese peligro, le daba el doble de ración.

 

4. Yo no sabía qué es un catamarán. Me sonaba como a pez grande de mar, catán o algo parecido. Luego supe que es una plataforma para navegar con dos cascos paralelos. Pueden ser movidos con velas o motor. Se utiliza en ocio, y transporte particular. A diferencia de yate que tiene un solo casco, y es de lujo, por lo que está mejor equipado para la diversión, el catamarán tiene mayor estabilidad. Conocí hace muchos años la "panga", que es una plataforma que traslada vehículos u y personas de un lado a otro de río o de estrecho. 

 

5. El barco atunero La María Dalia en su acostumbrada búsqueda de cardúmenes ya tenía varios meses en su faena. Esta embarcación pertenece a la compañía Grupomar, de Don Antonio Suárez Gutiérrez, descendiente de españoles, ya myor de edad. La embarcación cuenta con un helipuerto con su respectivo nave. Este se utiliza para sobrevolar y buscar desde las alturas los bancos de atunes para llenar sus contenedores y regresar a puerto con su objetivo laboral cumplido, para la entrega, y posterior procesamiento. El capitán Don Óscar Meza había recibido información del radar y sonar que algo flotaba a algunas millas de distancia. Y le transmitió el mensaje a su piloto del helicóptero que andaba en el aire, tratando avistar los cardúmenes. Ya localizado el objeto desconocido, recibió las indicaciones del capitán del barco para acercarse más.

 

6. El catamarán Aloha Toa, con Tim y Bella como únicos tripulantes, había llegado y salido  del mar de Cortés, en el Golfo de California, una noche de luna llena. Siguiendo su ruta planeada se adentró en el mar. Solo que vino el huracán y dejó destrozos tal que quedó literalmente inutilizada, y por tanto a la deriva. ¿Hay vida después de la vida? No se sabe. Lo cierto es que Tim buscó la manera de sobrevivir hasta el último aliento. Para la comida se las ingeniaba en capturar animales mar; perdido el arpón, luego  obtenerlos del aire. Y el agua de lluvia era un verdadero tesoro al que había que capturar y luego racionarlo para mantener la esperanza de la vida. 

 

7. A la deriva ya mar adentro en algo así como 1300 millas (como algo más de 2000 km), había muy poca esperanza de sobrevivir. Tim ya estaba resignado a su suerte, cumpliendo el sueño de todo marinero: quedar sus restos en el mar, para regresar a la madre naturaleza como alimento de otras especies en la cadena alimenticia. Y el mismo destino de su fiel acompañante, Bella. 

 

8.  El barco atunero Maria Delia ya tenía varios meses en su actividad pesquera dentro del mar. Por lo regular la pesca la realiza en aguas internacionales a la altura de Ecuador, Perú y México. Ya con las bodegas casi llenas de atún, preciada carga, el barco se enfilaba hacia su base, Manzanillo, Colima. Trabajo de rutina: salir del puerto, adentrarse al mar, pescar el anhelado y valioso atún, y volver con la algarabía de pisar de nuevo tierra, de estar con la familia que les espera, con ella la cama tibia, los abrazos, los besos, las miradas. Solo que la vida da sorpresas. Y entre estas un náufrago. Y por poco se pasan de largo para otro fin de la historia.

 

9

Tim avistó el helicóptero y empezó a hacer señas. Bella le ayudaba con sus ladridos y movimiento de cola. El piloto del helicóptero ya los había localizado luego de recibir la información por parte del capitán del María Delia. Al acercarse más vieron a Tim y la perrita: "Un hombre con mascota", dijo el piloto del helicóptero al Capitán Don Óscar Meza: "Procedan como el más importante trabajo a realizar", dio la indicación tanto al piloto como a parte de su tripulación. Para ello el capitán se había comunicado con el dueño de la empresa. Y este había dado la.misma indicación: no escatimar recurso o tiempo para elnrescate.

 

10. Entonces procedieron a acercar el María Delia, enviar una lancha ligera con dos de sus oficiales, para trasladar al náufrago al barco, ver sus condiciones y darle la atención médica requerida. Las primeras preguntas de protocilo: "¿Hablas inglés?", "¿Cómo te llamas?", "¿De qué nacionalidad eres?", "¿Traes armas?", ¿Traes drogas?". Y ante las respuestas negativas en estas últimas, y luego de proceder tambien por protocolo a revisar el catamarán, condujeron a ambos, Tim y Bella, al barco atunero.

 

11. Procedieron a la revisión de signos vitales. Le dieron a comer una manzana. Luego un caldito de pollo. Más luego un trago de tequila. En la tripulación desbordaba la alegría por el deber cumplido. Más allá de su trabajo con la pesca del atún, para la manutención propia y de las familias, el rescate de un náufrago con su mascota, les hace vivir una vida de película, parte de una historia por contar a su familia, a los vecinos, a los amigos, luego a los nietos. Satisfechos de sentir la sensación de que no se ha vivido en vano.


12. Don Antonio Suárez Gutiérrez, dueño de la empresa atunera: "hay tantas guerras, tantas muertes. Yo me siento muy satisfecho de haber rescatado con mi gente a una vida. Si todos salváramos tan una sola vida, este mundo sería diferente".

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