Adiós y hasta pronto, Efraín

“Soy de los más grandes escritores que ha dado esta tierra tropical, asegura mi madre”, soltaba Efraín Gutiérrez Arias con su voz de arena ante quienes le presentaban precisamente como escritor. Y todos reíamos a carcajada suelta. “Y creo que tiene razón”, agregaba él, festivo. Reía y charlaba mucho. Era una fiesta escucharlo. Contaba de su vida. Y de su opinión sobre la vida política y cultural del estado y del país. No había tema que le fuera extraño. Y algo importante y poco común: sabía escuchar. Lo conocí por el año de 1987. Estaban por publicar su primer libro Retratística de muertos, que es un homenaje a sus amigos. Varios de ellos, en los cuentos que integran el libro, como personajes centrales, se enfrentan a la muerte, y finalmente mueren. Allí mismo, en La muerte de Doña Adela, uno de los mejores cuentos de Latinoamérica, Efraín es el personaje central. Y al final le gana una apuesta a la Muerte, y por eso lo deja vivir más tiempo, hasta el fatídico domingo 27 pasa...