La llamada

Fuego nuevo de sábado. Dios se manifiesta de muchas maneras. Tañen las campanas de la iglesia, es un ejemplo. Y el dulce de calabaza, que viene con todo y recuerdos de la infancia. Y el baile con música de marimba en la plaza de una ciudad desconocida. Remembranzas de la adolescencia. En la que tenemos ruta para seguir con valentía.. El fuego nuevo es la esencia de nuestras vidas. Olvida esa manera de extrañarnos. Polvo fuimos, somos, seremos. Suena el teléfono. Llama Dios. Y se repite la historia. Los mil y una noche de recuerdos. Los silencios tienen mucho que decirnos. Y la manera de seguir como si nada. Llamas. Tu número se refleja en la pantalla. No es mucho o poco. Solo que Dios se manifiesta de muchas maneras. Llamas y pregunto por tu nombre. De tantos que he olvidado. Es sábado. Fuego nuevo es la manera de regocijarnos. Todo terminó y todo sigue. Hemos renovado el pacto. De vivir sin ataduras ni apegos. Y de nada sirve nuestro tiempo. Los nombres efímeros nos identifican. Somos uno mismo. Conciencia de que andamos y vamos de salida. Has llamado. Y es sábado de gloria. A regocijo y vuelo las campanas. Gracias por manifestarte, Dios, en los pequeños detalles: una flor, la lluvia, la sonrisa de los niños. Y ese afán nuestro de volver nuestros pasos. A donde no hay regreso.

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