Raíz de especie

Un hijo. El origen, proyección al tiempo por venir. La materia. Vida. Especie. en la espera de un vals metafísico, milenario. Y dos en el mandato de unión. Para seguir la aventura. De las nuevas eras. Con datos específicos. De sueños hilvanados en el tiempo. De palabras transformadas en discursos amorosos. Como preludio de la siembra. Un crisol. Un crisantemo. La semilla en humedad y tibieza. En la ruta del ser. Historias conocidas. Justo medio de las millones de posibilidades entre otros millones de millones. Y estamos solo un justo momento. Breve tiempo. Mas exacto para cumplir mandato de la especie en su raíz primera. Y dando tumbos entre veredas. Un árbol. El poema único entre el aprendizaje de gestos, palabras, mitos, sueños. La mano con su dedo opuesto. La mirada escudriñando lo que hay más allá de las luces que subliman y ciegan. En las alturas de todo y uno mismo. Los aullidos a la luna. Y el girar de la esfera como intercambio entre luces y sombras, donde una vez nos instalamos. Mariposa valiente. Batir de alas hacia el pasado. La conciencia de sí, cómo no, sin embargo. La estafeta que portamos y entregamos al final del tiempo personal, Mientras tantos las noticias de los nuevos tiempos. La raíz de especie viva. Esta. Compartida por ahora entre nosotros. Ustedes. Hijos. Árboles. Libros.

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