Brindemos sueños

Brindemos sueños, nocturnos o diurnos. Levantemos la copa por tener imágenes del futuro a donde arribaremos. Los sueños han sido bujía de la vida. Tornillo del ancla suelta. Han sido los motivos que dan sentido a la existencia. Adorad al pájaro. Deslumbrad sirenas. La luciérnaga no está en mi mano. Los sueños son el tesoro intangible. Son el viento a favor de la dicha, de la plenitud. Nada hay si no se construye en sueños. En siete días se materializaron todos los sueños del universo. Un café para la charla. Los guiños esos del recuerdo. Y las palabras pastel al oído. Sin olvidar la música. Brindemos sueños, los que nos mueven al camino y a la luz. Los que nos permiten nos alumbren en sombras. La Torre de Babel, el amaranto, las cincuenta mil guirnaldas. Y no olvidar el maratón. Hemos recorrido caminos precisos. Tu nombre. Tu preciso nombre. Y al alba el nuevo día, como promesa del tiempo a favor. Brindemos sueños navegando con brío en los procelosos mares del presente. Brindemos sueños. Estamos a tiempo mientras haya vida. Mientras los respiros sean también suspiros. Sueños de futuro. Sueños de magia. Donde habitamos fuego. De palabras y colores. Sueños donde habitamos plenos, ahítos. Brindemos para desterrar hojas con filo. Flechas con veneno de la envidia. Brindemos sueños para traficar paz. Juegos de palabras.

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