Hoy domingo

Sabiéndolo acomodar, todo cabe en el hoy, este instante, estrella del presente. Un libro de poemas me espera mas un aromático café. La mañana es fresca. Una sonrisa de buenos días aparece como si nada. Y la música suave como fondo de nube blanca. Abril en Portugal. Y Cómo pasan los años. El hoy es el tesoro mejor. El tiempo perfecto para la vida. Donde aterrizan recuerdos del ayer y visiones del mañana. El hoy te saca de la cama plácida. En ese despertar que aterriza los sueños. Y el suspiro se sobrepone al respiro, y ya es ganancia. Todo cabe en el hoy: un desayuno suculento. Las risas de algarabía con vuelo inesperado. Un sol tímido se aparece. Las flores están a pleno. La hoja en blanco se ha convertido en barquito de naufragio juguetón. Yo refiero del disfrute como las cosas pequeñas. Las que están a nuestro lado. La hilera de hormigas. Hacer la llamada pendiente. El foco fundido para cambiar. Lavar la bicicleta. Bañar al lebrel que se revuelca en polvo. La campana llama a misa. Los vecinos en su trajinar. Este pasto está crecido. Yo sigo con mi café y una pieza tibia de pan. Y al domingo le cabe más, por ejemplo un beso y las palomitas con una buena película. El abrazo a nuestro viejos. Es un decir. El domingo es grande, para llenarlo de vida con ánimo suficiente, que vale la pena vivir y escribir, del amor y la amistad, con esos bellos mensajes premonitorios. Ahora escucho la canción Volare.

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