Tarde de sábado

Tarde de sábado con miradas y gestos de bienvenida. Un café en la delicia de la espera. Y también un libro visto de reojo en la librería. Tarde de canciones. De mirar desde lejos y cerca. De mojar la mirada ruiseñor con café y pan. Tarde de sábado para visitar al enfermo de melancolía. Para echar a volar la imaginación, de la historia no se repite. Para soñar despierto y alunizar con la sonrisa a flor de piel. Colibrí de los encantos. Naranja con chilito piquín. Entonación de serenata. Hemos vuelto a la costumbre de ser felices. Sin reparar exactos en los tiempos que ya no existen. Aunque insistan. Tarde de sábado conscientes que nunca más el tiempo pasado estará aquí. Como nosotros mismos, porque seremos otros. O nada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

De cartas

¿Por qué así, señor periodista?