No os preocupéis
No os preocupéis, si te vas y me quedo. Pasta el vacuno en el florido campo rumiando su alimento. O al revés, si te quedas y me voy. Lo importante fue el tiempo mirando la luna y las estrellas. Algo grande nos llevamos en el corazón, la luz de las imágenes y palabras que juntos construimos. La abeja discreta sigue su destino ante la flor. Lo mismo el colibrí. El aire traslada el polen. Si me voy y te quedas, el detalle es lo mismo. No hay dolor. Lo que se sienta no es el dolor. Será parte del apego. Tiempo tuvimos suficiente para mirar de manera distinta a nuestro alrededor. Platicamos de la infancia. De lo que podría ser no en función de nosotros, sino de la vida misma. Unos niños juguetones cortan flores. No olvidar esta imagen. Ahora por ejemplo este aromático café. Ni pensado hace algunos meses. Parecía imposible el estar de nuevo frente a frente. Sé lo que siento. Y la transparencia de tu mirada me dice que sientes lo mismo. La hormiga no tiene plan. Carga la hoja seca. El camino es nuestro. El propio. Y cada camino tiene sus propias cualidades.Neblina y bruma. Luminosidad de sol o de luciérnagas en la noche. Las piedras estarán. Y las rosas con espinas. No olvidar el puerco espín que acecha, el que llevamos dentro. ¿Gustas una pieza de pan? La tarde se fue. Llegó el invierno. Ciclos de las noches y los días.
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