A veces hace frío

No es la soledad. No. Porque no es lo mismo estar solo a sentirse solo. Sucede que a veces hace frío. Y se entume la piel a pesar de la música. Una manzana viene bien. Y una pelìcula. Pararase a caminar. Un poco de yoga. Acaso. Pero se siente el frío. Esto a pesar de la temperatura ambiente de andar en los 35 grados en la sombra. Y no es la soledad. Porque hay un concierto siempre de palabras. Un olor a sándalo que llega de pronto. Y ennoblece. Y un caudal de música para atemperar la nostalgia. Recuerdo por ejemplo las largas caminatas por la sexta. Luego los viajes en carretera y la charla interminable transmutada en risas cantarinas. O el regalo aquel del verso en libro. O las palomitas de papel al vuelo. A veces hace frío y caliento agua con palabras cariñosas. Y de nuevo lo tibio se siente.

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