Castillo en el aire

Castillo en el aire. Ensueños, sueños, divagaciones. Allí radicará el odio y el amor, amarraditos de un pie, para mejorar su relación. Meteré a la nostalgia también, tiempo hace que se ha quedado atrás. Se esconde, cantarina de blues y jazz. Y con  la memoria y olvido haré una mezcla. Dejaré fuera el universo personal. El yo que rompe diques de hermandad. Y el nosotros, aún en soledad, tiene más valor. El castillo en el aire no es imaginación ni afán terco de algo que no es o será. Es aferrarse a los clavos del vivir. Un nuevo día, agua transparente y pan. Tu circunstancia es mi coincidir en forma, tiempo y geografía. Toda la música aquí. Todos los libros. Los buenos deseos. Sin que se confunda con el Arca de Noé. Este castillo es la formidable manera de vislumbrar el deseo para el presente. Y el futuro que cada segundo está en forma de cruz. Un abrazo viene bien. Y las pastillas para no soñar, Sabina, también.

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