Rostros
Cada mañana la oportunidad de un nuevo rostro, siendo el mismo. Ocupo el tiempo ante el espejo para mirarme distinto. Y encuentro una mirada lánguida por el tiempo que se escapa, por los tiempos que conjuran para nuevos vientos. Cada mañana me miro distinto. Listo para acometer el día de manera diferente. Y acuño frases publicitarias. Y ensayo por supuesto la sonrisa. Y el espejo me regresa un rostro que ya no es el mío. Tristeza en la mirada sin luna. Eco sin sonido la voz. Palabras sin poesía. Y un hueco hondo en el alma por la vida. Y le afirmo fuerte a esa imagen que la vida es bella. Un niño, el que fui, ha quedado con la mirada fija al sol. Por si las dudas. Sueño.
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