Reparticiones

Es de risa la tarde calurosa. Y con eso de las repeticiones y reparticiones. Como si Platón callara para siempre. He comprado un libro popular. La simiente de Platón, heredera de los derechos de autor y las francas tardes de papel pautado. He comprado un helado en el Copelia. He navegado en cien mares con mi barquito de papel. Y repartido lo que no me cuesta: el libro repetido; el polvo del camino y de los adioses; los cantos de sirenas concupiscentes; los besos nunca dados en labios para sí. Y cómo dañan los besos que hemos repartido. La vista es muy natural, le dijo. Y todos guardamos silencio. Vamos a repartir lo que nos falta ahora.

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