Suele suceder en lunes
Suele suceder en lunes. Un mensaje. Un buenos días con sonrisa imprevisto. Un café como si nada. Y música sugerente de jazz. Amaneció de sol. Y mensajes. El hola consabido. Yo corrí entre penumbras antes del amanecer. Busqué a oscuras una bujía, brújula y el libro de siempre. No estás. Luego amaneció y más claro todo me di cuenta la bujía, brújula y el libro iban -van- conmigo. Yo quería un café de casa. No había casa ni café ni agua. Y di de gritos hacia el cielo. Estoy dormido acaso y entonces. Pedí el café. Mesitas y sillas negras. Y me sirvieron aromático café. Ya es tarde. Y lunes sólo lunes.
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