Me gusta hacer limonada
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Yo me he especializado en hacer limonada. La hago desde los nueve años, cuando me enseñaron en una casa donde trabajaba haciendo mandados. Doña Carmen, mujer grande de edad y sola, tuvo la paciencia para enseñarme a hacerla y orientarme sobre qué estudiar. Así que a la hora previa al mediodía, cortaba limones de dos grandes árboles que ella tenía, salía picado por las espinas, y con unos veinte o treinta limones para el agua fresca del día.
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Fue en la clase de química en secundaria cuando escuché por primera vez de las mezclas. Y los ejemplos que fueron apareciendo con la participación ese los compañeros en lluvias de ideas. así uno dijo "café con leche"; otro "limonada"; y otro más "cemento, arena y grava"; otro "ron con cocacola"; siendo unas mezclas homogéneas y las heterogéneas, o algo así. La limonada es pues una mezcla química de agua, azúcar y jugo de limón.
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La que hacía en casa de Doña Carmen no era para venta no; era para consumo de casa. Así que cada jarra la hacía con cinco o seis limones, un tanto de azúcar, y si ya era para servirse porque habían llegado visitas, le ponía unos cuantos hielos para que estuviera lista ya en ese momento que se necesitaba con urgencia.
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Así que si estoy de visita en tu casa, no te preocupes por quién va hacer la limonada. Con toda la confianza que nos tenemos puedes decirme. "a ver, mientras preparo los sandwiches, hazte una jarra de limonada". Y yo tanto raudo como contento haré lo que vengo haciendo desde aquella infancia cuando trabajaba de niño.
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Claro que no hay receta única para la variedad de gustos. Cada uno tenemos la preferencia si es por lo dulce, lo amargo. Si es porque sea medianamente de todo. O tan suave que apenas se sienta. Solo que yo la hago a mi gusto, concetrada de limón, que con lo dulce del azúcar le da un sabor con cuerpo y elegancia. Se siente como si fuera un deleite celestial. Así la hago cuando es para mí, o quiero imponerme. Ya veo que cuando se sirven la prueban, le ponen un poquito de agua en el vaso para rebajarla. Pero a mí me gusta cargada.
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No hay mayor deleite además de que es muy saludable, de disfrutar una rica limonada recién hecha en casa. Sientes la mezcla de sabores un uno solo, donde va lo dulce del azúcar, que se entrelaza con lo agridulce del cítrico, además si ya estuvo algunos minutos u horas en el refrigerador, está lo suficientemente y tolerable fría para atenuar la sed y el calor del mediodía y la tarde.
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Imagino para poner el ejemplo sobre lo concentrado de la limonada y sus variantes para rebajarla, que es como el café expreso (espresso) con el que se siente toda la vibra del sabor cafetero. Así lo toman en Cuba e imagino en otros países. Cuando reclamé que estaba muy cargado, se burla el barista cubano y dice: "ah, mexicano, es que tú lo quieres aguado". Entonces cambia de taza a una más grande o normal para nosotros, le pone la mitad de agua y mitad del que me había servido, y solucionado mi caso.
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Lo del café es otro tema que me apasiona. Aunque el doctor me ha recetado dejar el café, si acaso toma el descafeinado, o solo leche con pinta de café. Y digo me apasiona porque lo preparo en casa espresso, americano, lechero y capuchino, y lo preparo de acuerdo al gusto del momento. Ya hasta tengo pedidos en casa. Solo que no quieren pagar ni diez pesos por cada uno. Me empiezan a reclamar que uso la estufa, el gas de la casa, y hasta los platos y tazas de casa. Y que no exija pago porque soy aprendiz y no me cobran la comida ni el uso de la tele, etcétera. Nos reímos y mejor se los invito.
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Tengo un árbol generoso de limón mandarina en el patio de la casa, que cuando es la temporada y los limones ya tienen su tamaño para cortarlo, las ramas están todas caídas por el peso. Entonces me le acerco, le pido permiso y le agradezco por sus limones. Y corto unos cien para toda la semana. Así que preparo una jarra grande, y creo que va a durar todo el día, y no. A eso de tres horas de descubierta en el refrigerador, la empiezan a consumir. Y ya para las tres de la tarde hay que hacer otra. Y la hago con mucho gusto.
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El consumo de los cítricos en general es muy bueno para prevenir enfermedades respiratorias. Solo procure que no esté muy fría al tomarla, y con más razón si viene agitado por el calor o por el esfuerzo realizado antes. Así que con calma a tomar limonada. Y reitero. Si estoy en tu casa de visita, y quieres limonada, con gusto la preparo, nomás que me lo digas, porque dicen que el ofrecido y el zalamero siempre quedan mal.
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Cocacola es veneno. Todo refresco embotellado empanza. Recuerda que antes les llamaba gaseosas. No hay nada mejor que agua simple o de frutas naturales. ¿Yo? Limonada.
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