Aquella vez

Pantaleona, aquella vez

Donde la luna estuvo vigilante

Parecía de ensueño poético

la noche en cabalgata detenida

Y hundiste en mí costado la lanza del amor

por ese instante y para siempre

A  pesar del tiempo y la distancia

Los equívocos juegos de azar

La incertidumbre de no saber 

lo que sigue luego de la miel en la saliva

Y el herraje en las almas 

El tatuaje en la piel

Las mil maneras de entender la vida

A partir de una mirada y las palabras

Y allí la luna vigilante 

para cuidar de miradas indiscretas

Y mentes minúsculas de la envidia

Pantaleona sea por ti por nosotros

La conspiración del todos

Para suscribir que vale la alegría

el darse por entero

aunque no sea para siempre

Aquella vez, Pantaleona




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