Lecturas 22 de marzo de 2022. Centro Cultural


Instrucciones para leer en público 

1

Antes que nada aprenda a leer. Es feo estar al frente y no saber descifrar los signos escritos, aunque sea comprensible. Esto la mayoría, como el 94 por ciento de la población, ya lo ha logrado y vaya, muchos con esfuerzos de levantarse temprano para ir a la escuela inclusive sin desayunar y sin monedas en la bolsa. Así que esto superado. 

2

Escriba algo, sobretodo algo que pueda ser interesante, si no, para qué. El ego es bueno pero como las veladoras ni tanto que alumbre al santo ni tanto que no lo alumbre. Y ya con algo escrito, pues ahora así a darle. 

3

Trate de que su dicción sea buena y el volumen alto, sin gritos destemplados. A veces habemos medio sordos en el público y aún no aprendimos a leer los labios. 

4

Éntrele al toro, que leer ante un público no es fácil. Y menos si este es conocedor de la materia que no acepta gatos ni leones por liebres ni viceversa. Y vaya leyendo no tan rápido ni tan lento, a un ritmo tal que le puedan seguir los hechos reales o ficticios que está contando. 

5

Previo a todo esto que lo de la ropa no sea de escenografía, debe ser normal. Dicen que hay  quienes se desnudan de alma y cuerpo para leer, aunque eso creo solo en las playas nudistas, aquí desnudamos solo el alma, porque de otro modo la censura y las buenas costumbres no permitirían eso, ni lo mande Dios, y menos quienes andamos en una edad donde las mejores épocas han pasado. Si no, pues aproveche si todavía el espejo da buena señal de imagen.

6

Pero ya leyendo haga matices, entorne la mirada en los poemas de amor, suspire, y señale al sol si habla de sol aunque sea de noche  y a la luna si de ella habla. No derrame lágrimas donde los personajes lloran, eso es sobreactuado, solo que no ría, póngase algo triste. Y no dé besos donde dice besos, abrazos sí, eso a nadie perjudica ni incomoda, al contrario. 

7

No tire dinero donde el personaje tira dinero, a menos que sea dinero falso como ciertos besos, eso afecta la economía personal que nunca anda bien, o al menos no en mi caso, pero estas actitudes llevan a la ruina. Y ya no digo que se desnude cuando el personaje se desnuda, o al menos no lo intente, que de allí la gente se emociona, pero los guardias tienen otras instrucciones, y ni se diga los organizadores no los vuelven a invitar.

8

Si ya ha terminado no diga aplaudan, siempre hay personas oidoras que saben de cortesía, y aplauden sea porque les gusta, porque no les gusta, pero agradecen que ya se haya terminado, además que hay amigos y familiares que saben de la autoestima y aplauden a más no poder y echan porras. 

9

Al terminar dé las gracias, porque esto si debe escucharles el público; ser agradecidos es muestra de buena educación de casa. Muchas gracias. 

10

Y sin duda se deben  empezar con esta última instrucción, aunque lo diga a lo último: asegúrese que haya público. Muchas gracias, nuevamente.


Instrucciones para hacer llorar un león

Nunca hagas enojar a un león. Mejor es distraer su mirada en las colinas con abetos. Y el león pasa orondo para fijar olor por donde siente y sabe territorio propio. Ni mira humano y al ataque, no. Camina elegante en su saber de rey. Sin embargo ese poder queda corto ante música de guitarra con manchas de tigre y copos de nieve en las calles. Saca espuma por el hocico y se olvida de la torre Eiffel y de Babel. Al conjuro de pregunta directa, niega comer la zanahoria, pero dice el conejo que lo vio feliz. A escondidas, quizá. A veces deja de probar alimento para ver si solo así el aprendizaje. Y se le mira flaco cojo de una sola pata. Cuando el hambre, acerca su garra a la presa hipnotizada. La instrucción es: hágalo llorar con poesía. No hay nada mejor, que de lágrimas impactado por poemas no muere nadie. Así pinten al león.

 

 

Instrucciones para hacer el amor en un parque

 

Los perros lo hacen

quizá no con sentimiento humano

sino con el propio empuje de su especie

sin hacer la guerra por celos se someten

así que a ejemplo y semejanza

busque un parque solitario

de esos donde los ojos mirones son escasos

ya sabe la envidia de los falsos como monedas de 3 pesos

así que encontrado esto : un parque casi solitario

deje usted solo a quienes disfrutan viendo en otros

y busque un pasto sin cardos no espinas

y mejor si hay heliotropos o no me olvidas cerca

suelen bendecir con sus aromas

circundando  a manera de burbuja

lo que es amor divino

y deje a un lado el libro de Epigramas

que sirvió como carnada 

y diga de memoria yo también te amo

tres veces como el gallo cuando la traición de Pedro

y cuente primero de los sueños numerados

y busque coincidencia en los versos

si de verso libre o rimas

si andan por las mismas metáforas

o distintas. Haga caso a sugerencias

que hacer el amor es cosa de dos mínimo

No hayan olvidado apagar los celulares

y poner a la vista el cartel

de hacer el amor y no la guerra

que al leerlo seguro policías y soldados se alejan cautos.

 

 

Instrucciones para decir la verdad

 

Prepárese antes de decir la verdad

con escafandra o mínimo chaleco antibalas

las verdades son proyectiles muy humanos

y lo muy humano no es bien visto

o al menos no siempre y en todas partes 

y prepárese sin comer varios días 

si la verdad va hacia la casa

o es contra el gobierno establecido

Es más dañino el "no te amo

he dejado de quererte"

a "son corruptos 

quienes dirigen el ejército"

El decir verdades es cosa buena

sana heridas aunque abra otras

nada más certero lo de peca la verdad pero incomoda

y agrieta más lo ya abierto

y abre brechas donde todo parecía perfecto

Se acaban las risas fingidas

el nos vemos luego

Así que calle o hable para siempre

decir verdad libera

aunque sea con palabras escogidas

Así que aténgase a las consecuencias

decir con verdad el te amo

y es para siempre

parece de lo mejor 

mas trae vértigo

y martirio que poco a poco

dejan fuera ese acierto pasajero

 

 

De versos para Pantaleona

 

1

Me enredé, Pantaleona

en los rizos de tu cabello

En tu lengua bífida sibilina

En tu pecho suave 

Y quedé atrapado 

en las páginas de una historia

que el tiempo borrará 

antes del canto triple de los gallos

 

Me enredé y quiero creer

que nos enredamos

Sin trampas ni fuegos artificiales

Fue un cruce de caminos

El agua tibia de la orilla

donde mojamos 

con miedo nuestro cuerpo

Y dejamos el tiempo correr

con anhelos y esperanza

de nuevos bríos

y tibieza y humedad salobre 

prodigada recíproca

en las noches de invierno

previos a la despedida

 

2

Pantaleona, aquella vez

Donde la luna estuvo vigilante

Parecía de ensueño poético

la noche en cabalgata detenida

Y hundiste en mí costado la lanza del amor

por ese instante y para siempre

A  pesar del tiempo y la distancia

Los equívocos juegos de azar

La incertidumbre de no saber 

lo que sigue luego de la miel en la saliva

Y el herraje en las almas 

El tatuaje en la piel

Las mil maneras de entender la vida

A partir de una mirada y las palabras

Y allí la luna vigilante 

para cuidar de miradas indiscretas

Y mentes minúsculas de la envidia

Pantaleona sea por ti por nosotros

la conspiración del todos

Para suscribir que vale la alegría

el darse por entero

aunque no sea para siempre

Aquella vez, Pantaleona

 

Dudas

Los de las certezas son ustedes. Yo soy el de las dudas. Nada me convence. Todo lo escudriño. A las verdades les tomo por el cuello hasta que se desnudan en mentira. Dudo de mi, de ti, de todos. La tierra no puede ser redonda. 

 

 

Semblanza

Ya que pides, me defino. Casquivo, desordenado y fatal. Muy poco pendenciero. Algo haragán para escribir. Prefiero la lectura. Rústico en el afán de descansar. De ojo alegre. A menos que prefieras la tristeza. No acudí a misa de ajedrez como pregonaba. Ni aprendí otro idioma, menos el francés. Competí para perder. Y apenas toco sol en mi guitarra. Hice mi esfuerzo por ser feliz. Nadie lo duda. Quedé en sueños de aprendiz, en eso del dominio. Gustaba ver las series mundiales solo por las atrapadas. Fui feliz qué duda cabe. Con mis cincuenta libros leídos, y por leer 69. He vagado poco. Quedan algunos textos. Disfraces. Guitarras sin cuerdas.

 

 

 

 

 

 

Enamórate

Enamórate de la piedra. Ella no te engaña. Y te refresca la memoria si te das en la cabeza con ella. No la lances al enemigo. La piedra no merece tal humillación. Ni ese honor tus enemigos. Hazlo piruetas en la imaginación. Da la vuelta al estallido interno.

Enamórate del vacío. Justo es el espacio a donde vamos todos. Te lanzas desde lo alto de la montaña. Y planeas por sobre los árboles. Y al final eres atraído por la nada. Todo desaparece, la luz, las sombras, el hastío.

Del silencio enamórate. No hay mayor placer que darle el espacio al silencio. El parloteo incesante de los demás ofende. Lastima. Hace llagas en la conciencia. El silencio es el triunfo absoluto sobre los egos que ignoran lo efímero. El silencio concilia todo. Une todo sin imágenes ni palabras. 

Enamórate de los sueños. La realidad se pierde en el laberinto de la razón. Y es en los sueños donde somos amos y señores del destino. El mejor libro. El mejor café. La mirada mejor. Los sueños son parte de la ceremonia real donde confluyen las aspiraciones de infinito. Las utopías están en nuestras manos, nuestro lado, en nuestro interior.

Enamórate del tiempo. Tampoco engaña. Has caminado con él en paralelo durante años. Y más temprano que tarde te deja abandonado a tu suerte. Te despoja de la mirada. De la carne. De la palabra.

Enamórate de la tierra. Ella te empujó hacia la vida. Y ella te espera con los brazos abiertos. No hay otra ruta. Volver al lugar de la residencia permanente. Es el destino.

Nada somos sin el enamoramiento. De lo simple, de lo sencillo, de lo rústico.

Alba, río, hoja seca, chispa, café, rosa, labios, jacaranda.

La vida es tan solo muerte en movimiento. 

 

 

 

 

 

Sois profesta

Me dice en tono festivo y fuerte, sois profesta. Referis bien los datos. Las palabras. Extrema locura que captura la belleza. En lo sórdido. En lo sublime. Y esa forma de leer tus cosas. Me dice. Me grita. Y repite la misma palabra ruidosa: Profesta. Por no poder decir poeta o profeta. Y cree que hace risa con discos rotos. Un gramófono heredado del abuelo. Canciones de protesta. Del siglo pasado. Y colores estrambóticos en la habitación. Puesta la mirada como si deseara trascender. Una Venus. En esos aullidos a la luna. Libros nuevos y viejos. Con goteras el techo. Comida nueva. Y el acto. Como si fuera teatro glamuroso. Ese delirio inmenso de las horas. La vida. Los discursos de libertad. Los excesos. Y la palabra profesta.  Recorren pista las canciones, y cómo fue, Delirio. Dice. Oye. Y allí a la escucha de esos datos musicales.

 

 

Sois profesta 2

 

Al fin te encuentro, mi profesta. Caminaba yo y escuché de pronto tras de mi. Y al decirlo ya me tenía abrazado como con pinzas de cangrejo. Yo apenas respiraba. Habían pasado años. Y he aquí que el presente impone nuevos retos. Era loca como siempre. Fuego calcinante. Pound y Whitman, sus lecturas. Y he aquí sonriente, casi nada. Años más. Si. El tiempo pasa indiferente. Dijo del café. Como pedir la copa. Mi profesta, repetía. Dónde estabas. Yo trataba de zafarme de sus garfios. Muy de cerca aromas inusuales. Y el discurso con mirada alucinante. De Neruda, bien recuerdo algunos versos, decía festiva. Y como loca recitaba entre la gente. Yo recordaba otros tiempos. Los del sueño. Y la lluvia. Y erupción de los volcanes.

 

Si cruza el río el poema

Si cruza un río el poema. Y el agua lo arrastra en su corriente. No dudes en rescatarlo. En salvarlo. A como puedas. Sin que te ahogue. Si ves que en ese mismo canal disfruta en nado el agua. Déjalo. Anda en su agua. Son varientes del poema y del agua del río. El poema hace su lucha entre nosotros. Por elevar, por consolar, por hacer soñar. Por decirnos a conciencia que vale la pena ser y estar. A veces lo dice en risas o miradas. Otras veces como bálsamo para aliviar duelos. Otras más espejos o  ristales de fantasía para jugar. A veces se ahoga en ríos que no son propios para el nado. Y requiere de nosotros. Por eso no dudes. El poema te acompaña aunque no lo sepas. Aunque no lo quieras. Aunque lo dudes. Todo fuera en asomarnos a nosotros mismos. Yo lo descubrí en el milagro de la vida. Lo descubrí en la. Amistad. En el rocío. En la neblina. Y me acompaña en el cada día. Para andar sin prisas. Para hacer marometas la rutina. Ella me salvó cuando yo. Me ahogaba en vasos de agua. Que yo creía ríos.

 

 

El amor

EL amor
Es cursi. Hasta tonto.
Vuelve tontos.
Se vuelve todo como una neblina luminosa,
por la que los enamorados dejan de ver bien.
Y hasta les da por usar lentes
o ir al oftalmólogo, que no es lo mismo.
Andan como zombis.
Miran al infinito,
que no es otra cosa que ver, como bobos, a ninguna parte.
Y otro miran a la luna, ciegos.
Inventan de que la luna es para los enamorados
y sonríen convencidos
de que le han encontrado razón a la existencia.
Creen ver a sus parejas, hasta en los anuncios de televisión
o en la películas.
No existe nadie más. Nadie.
Aislados del mundo se queman con cualquier fuego
y a todo canto le encuentran razón de ser de la pareja.
Les da también por encontrarle formas a las nubes,
a los asientos del café a las lineas de la mano.
Escriben sus nombres dentro de un corazón
en los lugares menos pensados.
Dan risa cuando les sirven un café,
y sin darse cuenta de que están calientes,
los cafés,
se queman los labios,
para luego curárselos a besos.

 

 

 

 

Las reinas

Las reinas son reinas
donde anden
carretera o vereda
barrio callejones de mercado
parques de pueblos pequeños
zócalos de ciudades capitales
Y su realeza se oculta a miradas indiscretras
o de envidia con ira
Los enanos siempre en mayoría
en sueños casi ogros
confabulan y linchan su belleza

Pocos las reconocemos como reinas
y sucede que a veces ni ellas mismas lo saben
y pasan pena entre los escombros de la vida diaria
que se acumulan en historias de grises tonos.

Y sucede
Porque sucede
El tiempo pasa indiferente
El tiempo no perdona y sigue
y deja atrás los rasgos agradables y las carnes firmes
los sueños juveniles
Y sin embargo con las reinas va un rayo de luz
con ellas viaja la esperanza
con ellas anda un nuevo mundo
Y sus cuerpos
de reinas verdaderas
ocasionan choques de autos
(paran el tráfico)
y son generadoras de energía
Y si sólo verlas
el frío desaparece
y el pobre es rico
Y si sólo sólo verlas
cambia el mundo
Imaginaos el verdadero amor con ellas
Así de simple

 

 

Tomar té

Ya tomé el de manzanilla

el verde, el de canela y el yogi tea con ginsen

Pero mejor es el te amo

pues activa el deseo de vivir.

Es una mezcla de miradas, palabras

y sonrisas naturales, aromáticas y relajantes

Se acompaña con música y poesía de fondo

Se puede tomar en varias dosis

y a cualquier hora del día y de la noche

Se sugiere tomar caliente

aunque queme los labios

Para mejor efecto se le agrega pizca de polvo de luna y estrella

 

 

Día del cartero

No he visto ningún cartero hoy

Pero imagino que los hay

Algún día

hastiados de llevar cartas de cobro

de sears

de liverpool

o del banco

pedirán que escribamos cartas de amor y amistad

como antes

cuando salía el enamorado

a preguntarle

de si habia carta para él de su amada

Y la algarabía de saber que sí

o lo contrario

y en este caso esperar de nuevo

  

 

Juegos

-Amore, ando amado, aliento añoro, ansío amarte, ángel. Ah. Anda. Ahora habla, anuncia amor.

-Vida, voy volando veloz. Verte varias veces vocación vislumbro. Vaya vía: volcán, vente, voy.

-Traficar tiene trabajo. Tiemblas? Temor tienes? Tunda tendrás.

-Canto contenta, corazón. Cielo color carmín como cuando corres cavando centro con candor.

-Date diez, dice docente. Dame doce damas diario, díscola.

-Cien, calificación, Cándida. Comes carnero? Confía. Canta canciones comerciales como cuando Caribe cooler. Corazón cantante. Cama cuándo?

-Cama cuando conmigo corrijas color calzón. Concedo coger con condón.

-Como comenzar comentarios? Con cariño, corazón. Con cariño cantar cantos. Conceptuar caleidoscopios. Claro, coger como conejos. Cogernos cariño.

-Diva. Di.

-Tiemblo tanto, Toño. Tenerte todo. Temo tú tambalees. Traficante, tienes tibieza, tranquilidad, talento.

-Tanto tiempo tener tunantes, tiricia, tara tengo. Tiemblo. Tienes tú tentación? Tómame. Te tomo.

-Tas tonto, tirano.

-Tonto, tonto? Tas temblorosa. Tirana, tú. Tomas té, tunanta? Tengo tanto tuyo.

 

Mole para dos o veinte

Era como de truco avanzar sobre nubes de algodón. Luego inició el diálogo sobre las comidas. Yo tenía hambre, de eso no había duda. Hada madrina quizá no, porque era fácil pronunciar su comida favorita y con la varita mágica, la de los poderes de todas las hadas, hacerla aparecer. Y si fueras a elegir platillo para boda, cuál sería esta, dice. Yo respondí con sonrisa de luna: club sándwich. “Stas loco”, dice, y me tira un puñado de brillo luminoso que se me pegó en la nariz. De veras, ¿cuál sería tu platillo? Entraba sombra por la rendija donde salen los ratones. Pensé que algo tradicional, y recordé a madre cuando lo las fiestas de la infancia: bautizos, confirmaciones, cumpleaños. Y supe que era el mole. Y dije orondo que mole. Una viejecita amiga de madre lo hacía en casa y ella le ayudaba. Poco a poco madre aprendió. Y cuántos invitados serán? dice Hada. Cincuenta, quizá, treinta o veinte, respondo con la seguridad de siempre. Ella cierra esta parte del diálogo: será para dos personas, o veinte. Así será.

Botarga

Nací cuando el hambre. Soy botarga. Me miran creyendo que dentro de mi hay alguien humano que me habita. Y no. Soy botarga y tengo vida propia. Bailo como tal por mi tamaño y peso. Soy lento, pero así es mi raza . Cuando el calor anda por los 45 grados bajo la sombra, pasan los automovilistas y expresan con lástima: pobre hombre, se estará asando allí. No saben que soy botarga y tengo vida propia. Por ocho horas de trabajo muchos ganan menos que yo como botarga. Y para el juez del universo todos somos botargas de sí mismos.

 

 

No puedes detener el tiempo

No. No puedes detener el tiempo. Ni correr la cinta de tu película atrás, para borrar o corregire el hecho que te afecta. Mas lo bailado y lo birlado, quién lo quita. La flecha lanzada no regresa a su sitio. El agua del río no remonta. Lo ganado o perdido fue parte del juego. No puedes detener el tiempo. El pasado por más reciente que sea ya está lejos. El futuro es un galimatías en el que acomodamos anhelos. Y no sabemos si estaremos allí. Por eso el presente es la oportunidad de vida. Sin quejas es mejor. Sin envidias es mejor. Sin dañar a otros es mejor. El presente es la variante del destino. En el que puedes poner a prueba el corazón. Exponer la razón. Y salir airoso de las derrotas. El presente es una moneda de dos caras, que lanzas al aire en la mañana, sin saber, al caer, lo que sucederá a la vuelta de la esquina. No. No puedes detener el tiempo. Pero haz el intento. La muerte viene tocando las puertas. Si le abres y le guiñas, se va de largo, agradecida y coqueta

 

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