Me enredé

Me enredé, Pantaleona

En el trenzado de tu cabello

En tu lengua bífida sibilina

En tu pecho suave 

Y quedé atrapado 

En las páginas de una historia

que el tiempo borrará 

antes del canto triple de los gallos


Me enredé y quiero creer

que nos enredamos

Sin trampas ni artifugios

de fuegos artificiales

Fue un cruce de caminos

El agua tibia de la orilla

donde mojamos 

con miedo nuestro cuerpo

Y dejamos el tiempo correr

con anhelos y esperanza

de nuevos bríos

y tibieza y humedad salobre 

prodigada recíproca

en las noches de invierno

previos a la despedida





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