Lecturas postpandemia

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Luego de dos años de no leer en grupo, ayer sábado lo hicimos en el Centro Cultural de Villahermosa,  gracias a la invitación de Dos Soles, grupo que lidera el amigo Mario Ávila, artista plástico valioso y sencillo. Allí estábamos sin saber al encontrarnos si nos saludábamos de puño o de mano estrechado con fervor y ansia solidaria.

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Fue ciertamente una lectura rápida por la programación: una hora para todos porque a continuación sería el evento Retrato poético de Ciprián Cabrera Jasso, a diez años de su deceso, de su incursión a otro plano.

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Me dio mucho gusto saludar a, reír con, abrazar a, varios amigas y amigos que no nos veíamos, y escuchar sus poemas o cuentos maravillosos. Ética Padrón, María García, Edmundo Cadena, Rosy Pérez y Reynalda Cliff. A Delia Cantoral. A Jaime Ruiz. Al mismo Mario. A Malasangre Cyrano. Y otros más. Siempre al escribir nombres siempre se corre el riesgo de olvidar uno o más.

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Ya sentados en las sillas dispuestas para nosotros, pregunté a Mario sobre el tiempo. No me gusta pasarme. No mucho. Ya voy preparado para ello. Inclusive a que me digan: ya no hay tiempo. Y ni modo. Pero esto no sucedió, aclaro. "Cinco, seis minutos", dijo. Hizo la presentación y al ruedo los  escritores.

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Yo inicié. Y lo hice con un Instrucciones para leer en público. Otro para hacer el amor en un parque. Y el Para hacer llorar a un león. Todos ellos dentro de la serie Instrucciones. Ya no me dio tiempo de leer algo de Versos para Pantaleona. Dediqué mi lectura a Luis Alonso Fernández y Víctor Gerardo Grajeda. Luego leyó, como siempre magnífico, la multifacética Erica Padrón, unos poemas que irradian sensibilidad y nostalgia en el amor. Luego María García, muy bien igual con un poema a la mujer en primera persona, Yo soy María. Mas un cuento. Y al final de esta mesa el siempre excelente Edmundo Cadena. 

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Algo he hecho bien -digo yo- para tener el honor de compartir mesa y lecturas con mis amigas escritoras, Erica y María, y mi amigo Edmundo. 

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La siguiente mesa, y ya sobre el tiempo fue de Rosy Pérez y Reynalda Cliff. Con bellos e impresionantes poemas. Que grato verlas seguras de sí mismas, en sus lecturas, proyectando paz y tranquilidad,  y por qué no, indagaciones de uno mismo con lo exterior.

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Nuestro agradecimiento a las autoridades culturales del municipio y en especial al artista exploraciionista de la fotografía, Misael Sámano, siempre discreto y siempre disponible para atender a los diversos grupos e individuos de la cultura, quien está al frente de este maravilloso edificio llamado Centro cultural.