Emprendedores: ejemplo, sacrificio y disciplina (con posdata)

Emprendedores: iniciativa, sacrificio y disciplina (con posdata)

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Yo vi los inicios de Tacos nacho en Villahermosa. Tenía un localito en 27 de febrero, cerca del mercado de Atasta, y cerca de donde está ahora. Por cierto allí tiene una fotografía como reliquia de cuando empezó. Y así hay muchas historias de emprendedores. Que solo ellos saben de las vicisitudes por las que pasaron. Y cómo "remontaron" un marcador de la vida adverso. Porque cierto es, aparte de la lluvia, nada cae del cielo. 

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La palabra emprendedor la empecé a escuchar hace como veinte años. Más o menos. Al saber lo que significa entiendo que ha existido siempre: la persona inquieta por empezar desde cero en muchas ocasiones una nueva empresa. Y así deje esa avanzada y empieza con otra. La característica de los emprendedores es que ante los fracasos se crecen. Y eso es lo admirable.

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No estoy seguro, sé que cuando empiezan las andanadas contra palabras por ubicarlas en un contexto meramente económico, esa y otras palabras son endemonizadas. Y pueden que tengan razón, aunque lo dudo, porque el ser humano siempre ha sido inquieto, curioso y emprendedor por naturaleza. La inteligencia e imaginación viene cabalgando entre especies y entre generaciones.

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A veces me pongo a reflexionar por escrito sobre la maravilla del funcionamiento humano, casi una máquina perfecta. Me maravillan todas sus funciones. Que digo reflexionar, simplemente a expresar mi sorpresa por tantas funciones y sincronizadas a la perfección. No solo en los seres humanos, sino en los animales en general, digo en los seres vivos en general.

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Por cierto hace creo que tres años o cuatro, vi un documental sobre la interacción de un calamar con un investigador que ganó el Óscar. Lo cual nos pone de manifiesto sobre la complejidad de la existencia de todos, y la manera como podemos intentar entendernos entre varias especies. Ya no digamos comunicarnos con el perro, el gato, el caballo y muchos otros.

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Y si son sorprendentes las distintas funciones del cuerpo, reflexionemos un poco sobre las cosas distintas que suceden en la naturaleza, entonces no terminamos nunca de maravillarnos con lo bello que es la vida, de la cual formamos parte por un tiempo, y luego iremos, como el río que va hacia el mar, a fundirse con él, así nosotros en la vida universal, aunque de otra forma.

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Por eso me refiero sobre la palabra emprendedor, que siempre ha existido dicha inquietud por hacer algo, y algo de provecho en el ser humano. Así mismo como la curiosidad, el afán de aprender, de crear, de imaginar, de relacionarse.

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Toooodo lo anterior para comentar que mi amiga Rocío hizo una pregunta en su red social que me pareció interesante sobre qué es más importante, ¿el couch que da conferencias sobre emprendimiendo (y que solo esa empresa de couching es lo único que ha emprendido) o la conferencia de alguien que ha fracasado varias veces, y le ha tocado el éxito en una y bien? Esto último luego de una larga historia de fracasos pedagógicos.

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Leí algunas respuestas y me parecieron interesantes. La mayoría de los que opinaron coincidieron algo así como el dicho popular de "ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre", en referencia de a qué distancia poner la vela junto al santo. Es decir: un poco de teoría, porcentaje de entre 15 y 25 por ciento, y el resto en experiencia sobre los emprendimientos que se han realizado, con los altibajos correspondientes.

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Y la he visto y seguido a ella, desde casi niña, siempre trabajando (aparte de estudiar, claro) y buscando siempre realizar actividades que le produzcan recurso para seguir adelante, y siempre la he visto motivada, alegre. Y tengo otra amiga admirable que vende aguas frescas en bote en un municipio, a quien veo luchando a brazo partido con entusiasmo, ganas, disciplina, y como si nada. Lo que más admiro de ellas es que son indoblegables ante las circunstancias, y forjan su espíritu en la brega diaria, y la sonrisa no las abandona, ni el afán de seguir adelante. No sé de sus fracasos, de sus caídas, pero de seguro las han tenido y se han levantado. He allí la diferencia.

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Yo, que siempre hablo de admirar a los derrotados, y propugno el valorar a la derrota mejor que el triunfo, voy a revisar este concepto. Aunque de hecho, en mi justificación razonada, lo anterior lo digo como metáfora de las circunstancias en las que el hombre cae derrotado y se levanta, con la frente en alto y camina erguido, digno, mientras que en el triunfo el hombre se cree invencible, casi Dios, se vuelve soberbio y empieza a mirar distinto a los demás, como si los mirara hacia abajo vuelve a caer, precisamente por considerarse invencible. 

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Hablé de dos mujeres a quienes conozco. Pero conozco a varias, ejemplo de lucha diaria, de preparación física, de estudiar, de imaginar y crear nuevos mundos, de emprender un renacimiento personal.

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No me refiero nunca a los tipos Carlos Slim (que muchos envidian su riqueza), pero que el factor de amistad con Carlos Salinas de Gortari y el regalo en venta por bicoca de Teléfonos de México fue lo que lo catapultó. Los aliados con el poder no son emprendedores, son simples truhanes.

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Una vez le pregunté a mi amigo Efraín Gutiérrez. "¿Y por qué escogiste la senda del escritor, que a todas luces es la de un "perdedor" en lo económico?Inteligente, mi amigo sonrió socarronamente y me respondió: "sí me gustaría ser vendedor, pero de aviones presidenciales o portaaviones de guerra, así con solo una venta resolvería mi situación económica". Y reímos ambos.

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No me quito de este texto sin decirlo de esta manera: Cuando los emprendedores, hombres o mujeres, empezaron exponiendo a sus cercanos sobre lo que iban a iniciar, les dijeron "¡no vas a poder!", "¡es dificil!", "¡ya hay muchos haciendo lo mismo!", "¡estás loco!".  Pero gracias a "esos locos" y muchos más en la historia de la humanidad se  han logrado los avances técnicos, tecnológicos, científicos, artísticos que conocemos y disfrutamos. Muchas gracias.

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A manera de Posdata. Ya son las cinco de la tarde, hace unos 35 años. Estoy comiendo en Tacos Nacho, local antiguo. Ya están por cerrar. Y veo que la comida no vendida la están poniendo en vacijas. "¿Y eso es lo de mañana?", pregunté no con ingenuidad. Antes de que llegara la respuesta entraron unas mujeres con hábito religioso. Era la hora en las que pasaban por las viandas llenas o casi para su congregación y otros menesteres de apoyo a personas pobres. Esa es la otra, como conclusión: que la bondad domine al afán de lucro.

*Te agradezco compartas este texto. Lo agradezco de antemano y de corazón.