Esos filtros

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Ahora hay filtros pata quitar espinilla, barbas, quitar o poner lentes, verse delgado, verse viejo o niño ñoño, ojos de cualquier color, etcétera. Yo sabía de la palabra filtro solo por los que se usan en el carro: los para de aire, de aceite y gasolina. Luego me di cuenta que se utilizan en muchas cosas más, por ejemplo en el filtro para cafetera, en los de aire acondicionado, y si se le pueden llamar así, los miriñaques puestos en ventanas y puertas que impiden el paso de mosquitos en las casas.

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Pero esta vez me refiero a los filtros que utilizan los dispositivos para mejorar la imagen de las personas o los filtros que saturan los colores, quitan el exceso de luz o ponen la que falta, o meten un rayo de luz que ambienta mejor la fotografía de paisaje, como un resplandor beatífico que introduce para una imagen más impactante.

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En si no son malos los filtros, porque como digo, hay para bastantes usos. Tuve oportunidad una vez de estar en la ciudad de México y a la salida de un hotel de super lujo, donde iba pasando, vi unas personas que atraían la mirada de otros: era una irreconocible Eva Longoria, actriz latina de fama regular por esos años. Lo supe porque uno de los porteros del hotel me lo dijo. Y efectivamente yo adquiría cromos de Eva y los guardaba entre mis libros y de vez en cuando le echaba un ojito. No, no eran de desnudos. Solo que su cuerpo se miraba muy bien delineado con la ropa puesta.

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La que yo estaba viendo, bien vestida, con lentes que le cubrían toda la parte superior de la nariz, incluyendo parte de la frente, no era la despampanante y sexi Eva Longoria, la de mis cromos (más de veinte). Y se lo dije al portero. "No, joven", me dice. "Sí es la Lo gorda. Es que en fotografía y ahora computación hay muchos filtros con retoques y estiramientos que las hacen ver muy diferente en las revistas y tele6". Cierto. Yo sabía algo de ello, pero no a tal grado que la persona estuviera irreconocible. Y agregó el buen hombre:" se les quita la papada, se perfilan los pómulos, se afinan nariz, se pone un poco más de labios para que se vean más que besables, mordibles,  chupables. Y algo más por aquí, por allá"

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Hace pocos meses, el primo de un amigo hizo cita con una su conocida de la red social. Acordaron lugar y hora. Él se puso un perfume que guarda para momentos especiales, bien elegantemente vestido, para su cita que podría cambiar el rumbo de su existencia solitaria. Y la esperó sentado en una de las mesas más apartadas del café restaurant. Cuando mira entrar a una mujer bajita, de un agradable color canela, pelo bruñido y ojos negros como de cuervo. Su voz sensual. Él por poco se desmaya. No es a ti quien espero, pensó ese primo de nombre Penelopo. Él no dijo nada, como buen caballero, además de prudente. Ambos pidieron y tomaron un café. Se despidieron y se eliminaron ambos de las redes sociales.

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Me encanta recordar el chiste de dos amigos que, uno de ellos convence al otro para que lo acompañe y le haga el cuatro con su novia y una amiga para salir. El amigo le dice: sí, pero con una condición. ¿Cuál? Que si al momento de que me presentes a la amiga de tu novia no me gusta, entonces empezaré a toser, y no iré a ninguna parte con ustedes aduciendo que tengo tos y temperatura. Así quedaron...

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Llegó el sábado. Se presentan las amigas al departamento de ellos. El novio saluda con abrazo y beso a la novia. Y luego proceden a hacer las presentaciones respectivas del amigo y amiga. Y en ese momento la amiga empezó a toser, diciendo que se de repente se estaba sintiendo mal y que no iba a poder salir con ellos.

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Pero me dicen que estoy muy atrasado en eso de los filtros. Que hay filtros y efectos de sonido, que a excepción de los grandes cantantes, como lo fue Vicente Fernández, José José, Alberto Vázquez, Manolo Muñoz y Marco Antonio Muñiz, a todos los demás los hacen cantar muy lindo, aterciopelada la voz, de tal manera que no hay cantante que saque su disco con voz fea. Y que hasta nosotros si queremos podemos grabar lindo con esos aparatos que contienen muchos filtros en el sonido.

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Yo utilizo poco filtro en las fotografías de paisaje. Lo confieso. Le pongo sol donde no hay. Luna de día. Le pongo un pájaro al árbol. O árboles a los pájaros. Y algo así por el estilo. Más verde lo verde, más morado lo morado. Es decir, saturo leve los colores. Pero más por juego y diversión, que por engañar a las personas.

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Y eso porque la mirada real no tiene filtros. Miramos desde lo que hemos viajado, leído y vivido. Allí sí nada que no sea lo que percibimos. El amor, envidia, resentimientos, odio, soledades, alegrías, todo ello lo refleja la mirada. En un texto leí del verdugo que estaba apunto de asesinar al detenido. Se le queda viendo y le dice: "salvas la vida si adivinas cuál de los dos ojos que tengo es prótesis. Y realmente el trabajo de prótesis era perfecto, de los que valen miles de dólares y se hacen en Berlín o en Houston. El preso lo miró y al instante dijo: "es el izquierdo". "Me maravilla, dijo el verdugo tanta precisión. Has salvado la vida. pero decime, ¿cuál es tu truco? ""El ojo falso no revela odio", dijo.

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Estaba leyendo que las realaciones entre personas poco a poco se van alejando de lo real y van quedando solo en el mundo alterno de las redes sociales, lo cual considero una barbaridad. Y más aún cuando lo que se llama metatverrso (más allá de lo real) sea una práctica común. hasta lo del amor con muñecas inflables que es en lo real, pasará a lo irreal del metatarso. Dicen. 

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Y no. Nunca jamás podrá ese mundo alterno ser lo mismo ni cercanamente parecido a las relaciones cara a cara, piel a piel, voz al oído, manos sudadas y suspiros pegados, ni el roce pedernal, esa fricción tan añorada, práctica que viene desde las cavernas. Los filtros solo son herramienta floja de ese mundo que nos circunda en las redes. Pero si se prevé un acercamiento real, entonces que el filtro no sea como cuando se le pone la vela al santo: ni tanto que lo queme, ni tanto que lo alumbre. Bueno, eso digo yo.