Zumba con "esa pared, que no me deja verte"

1

Amo la zumba. Me gusta saber que hay muchas personas que se reúnen y al ritmo de la música movilizan sus cuerpos para ser más ágiles, más alegres, y sobretodo para tener mejor salud, con el plus que se ven mejor.  Efectivamente una persona que hace ejercicio con sus propias motivaciones, es más feliz y más activa, más despierta.

2

En mi caso la zumba ha sido hasta mi reloj. Sé a qué horas son las 8 y las 9 de la mañana. A la hora que inicia y a la hora en que termina. "Son las 8", digo, porque se escucha a dos cuadras de distancia del lugar donde la practican. Digo, si le bajaran aun nivel de decibeles de lo normal, o un poco más, pero no, la suben al máximo, quizá con bocinas de marca que tienen un potencial casi demente. Y luego cuando termina, con la última canción relajante; que a veces es "Ella, ella ya me olvidó", de Leonardo Fabio;"Esa pared", de Leo Dan; o "Lloviendo está, y a través de la lluvia...", de Juan Gabriel, es que ya son las 9 de la mañana.

3

Amo la zumba porque es movimiento y tesón. No es fácil acudir día a día a un lugar y realizar un esfuerzo y sudar ante la repetición de ejercicios, y los cambios de acuerdo a otra canción. Y nuevas repeticiones así por una hora, para luego retirarse sudadas y seguir con lo que cada una de ellas tiene de actividades como hija, madre, abuela, profesión isla, estudiante, etcétera.

4

Y me refiero a la zumba, pudiendo referirme a cualquier otra actividad deportiva o artística donde el movimiento del cuerpo es fundamental y básico. Me encantan esas actividades, sin duda.

5

Zumba es una disciplina fitness creada a mediados de los años 1990 por el colombiano Alberto "Beto" Pérez,[1]​ enfocada por una parte a mantener un cuerpo saludable y por otra a desarrollar, fortalecer y dar flexibilidad al cuerpo mediante movimientos de baile combinados con una serie de rutinas aeróbicas. Wikipedia dixit. 

6

Nunca estaría yo en contra de las personas que hacen ejercicio, si todos deberíamos de hacerlo; así como tampoco de las personas emprendedoras, de las que luchan con denuedo para poner un negocio, etcétera; al contrario, siempre mi reconocimiento. Solo que en caso de la escuela de zumba, y es una específica, que está por mi casa en la Colonia X, tengo que cerrar puertas y ventanas, y aún así se escucha el vibrar de los vidrios, aún que uno use tapones de oído, y se escucha asimismo. Hasta he pensado en poner paredes de corcho, como en salones de grabación, para aislar dicho ruido. Hasta mi perrito salchicha se esconde adolorido.

7

De vez en cundo ponen canciones que me agradan, algunas rítmicas, o canciones de Leo Dan, o de los Ángeles negros, y mediante esas aplicaciones de mezclas, les ponen un ritmo de chaca-chaca, y son pasables, aún con el volumen estatrosférico, por las letras que nos traen recuerdos: "murió la flor y en mi, sus ausencia quedará, y su risa infantil, creo escuchar.. (chaca-chaca-pum-pum, chaca)". pero hay veces que solo ponen esas de "La vaca, la misma vaca", y "Chacarron", entonces sí me pongo doble tapón en los oídos para ver si así aislo ese desenfreno de sonido.

8

Y como dice el dicho, "si no puedes con tu enemigo, súmate a él”, entonces he pensado en inscribirme en esa escuela de vecinas que practican zumba, además que he constatado como efectiva, algo así como saludable, desestresante, motivadora, y ocupacional esa actividad deportiva. Solo que no sé si sea posible estar uno solo bendito entre todas las mujeres que llegan, o si a algunas les incomodaría. A veces me asomo con unos binoculares, y veo que hay variantes de zumba, porque en unos momentos es como de solo baile rítmico como ejercicio, y en otra como con movimientos de defensa personal tipo box.

9

Pero claro, no me atrevo ni a intentarlo. La timidez, quizá. Pero de que ayuda el tanto ruido a los vecinos al ser referencia de la hora, y más que desde hace unas semanas acá tienen doble turno, el referido de 8 a 9 am y el de 7 a 8 pm, porque seguro hay demanda de las señoras que trabajan, que es admirable de que luego de ir a una jornada laboral, llegar a su casa a atender lo necesariamente atendible y a las 7 ya estén activas como si nada, unas super campeonas de la vida. Solo el volumen es lo que me inquieta y lo mismo a los vecinos y a mi perrito salchicha.

10

Una vez lo hablé con la dueña de la casa. Se rio de mí, y me dijo que quizá la molestia era por mi edad, pero que le bajaría, y así por dos días, y luego el volumen sigió en la misma intensidad. Y ni modo, para no pelear, a resginarme.

11

A manera de posdata: hace cuatro días ya no llegan a practicar en esa casa. A lo lejos alguien canta, a lo lejos. Se oye la misma música de "la vaca, la misma vaca" y "Chacarrón, ag, ag, ag", como a doscientos metros de distancia. Se han cambiado. Solo que ahora ya mis pies se mueven solos. Y ya ahora tengo que asomarme al reloj para saber cuándo son las 8, las 9 de la mañana y las 7 y 8 de la noche.



Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

De cartas

¿Por qué así, señor periodista?