Adivinar futuro

1

Yo vaticino que voy a escribir todos los días del futuro. Y solo en un día voy a fallar. Y a partir de allí vaticino que no lo haré de la misma manera. Escribiré en el viento y en el agua. 

2

La existencia humana es de incertidumbre por no saber lo que va a suceder en el futuro. No se sabe, por más que haya videntes que hacen un planteamiento general que a veces nos parece probable y se cumple. Y a veces le atinan de manera directa, entre las miles de probabilidades. A manera de juego, alguien dijo: yo puedo vaticinar lo que sucederá en el pasado. Que quiere decir que ya sucedió. Y así qué chiste. Lo mismo aquel que predice que se van a podrir las frutas, y que los niños serán viejos.

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En el mundial de futbol de Munich, Alemania, me parece, dieron a conocer en los medios que un pulpo predecía qué equipo iba a ganar. Y asimismo qué equipo iba a ser campeón. No es que hablara ni mucho menos, sino que le ponían en frente los dos nombres del próximo juego, y el pulpo, de nombre Paul movía uno de sus tentáculos y lo acercaba a un nombre, y ese equipo era el que ganaba.

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Durante unos 80 años cualquier persona se podía ostentar como vidente en el ramo de las elecciones y  podía vaticinar que en México ganaría el PRI presidencias, gubernaturas, municipios, regidurías y hasta delegaciones de comunidad, y se cumplía ese vaticinio. Lo mismo cuando se lanza una moneda al aire se vaticina que caerá en un de sus dos caras, sea águila o sol.

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Había un anciano vecino de mi casa, que vaticinaba que él iba a morir, y que la tierra se iba a deshacer en llamas en 3 mil millones de años. El primer vaticinio ya se cumplió. El otro está por verse si le atina o si se equivoca con un margen de error medianamente grande. 

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Es curioso todo eso. Me refiero a la incertidumbre del futuro. El que se enamora no sabe si le va hacer caso la persona de quien está enamorado. El que se casa espera ser feliz por mucho tiempo. El que se divorcia espera encontrar el amor de su vida. Y se casa y divorcia de nuevo y no lo encuentra, aunque en los primeros días consideré que ya lo encontró, o ya la encontró.Y tienen en diversos momentos los "únicos" amores de su vida.

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Tito Monterroso fue genial. Allí de muestra su obra entera. La mayoría breve, con ingenio. En el cuento El eclipse, un fraile español está a punto de ser linchado. Ya a punto, logra decirles que si lo matan se oscurecerá el cielo. Los verdugos lo consultan con sus brujos sabios. Uno de ellos después lee un documento donde dice las fechas en las que habría eclipse por muchos años en el futuro.

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Me gusta jugar. Cuando alguna familia visitaba mi casa y en ellos venían niños, les adivinaba el nombre (ya lo sabía) y si estaban en preescolar adivinaba que tenían maestra, no maestro. Y si estaban en primer grado yo adivinaba que su maestra o maestro era joven. Y su director o directora era viejo. Ya con la reforma educativa del 2012 ya no pude hacerlo porque empezaron a concursar docentes jóvenes para ganar una plaza de dirección o supervisión. 

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Los griegos tenían sus oráculos, donde al nacer, sus padres llevaban al niño o niña a consultar sobre su destino. Es muy conocido el vaticinio del oráculo de Delfos cuando Edipo nació: "este niño matará a su padre y cohabitará con su madre". Y los lectores de tragedias saben lo que pasa. Sus padres tratan de evitar el destino. Mandan a un sirviente a que lo abandone en la montaña para que lo coman las fieras. El sirviente se compadece y lo regala a una pareja sin hijos que vive en la montaña. El niño crece. Asesina a un hombre en un camino. Y se junta con la esposa de este. Se cumple el vaticinio. Lo cuenta Sófocles en la tragedia de nombre Edipo.

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Muchas enfermedades se originan por esa incertidumbre mal comprendida. Por querer saber cuándo conseguiremos trabajo, y si va a ser bien pagado. Si no va alcanzar la vida para cobrar nuestras deudas, pagar nuestras culpas o ser felices al fin. Si nos vamos a ir al limbo, cielo o infierno. Si algún día nos vamos a sacar el tesorito como premio mayor de la lotería. Si llamará Dios o mínimo nos mandará un mensaje vía watsap. Si el hijo va a casarse con una buena mujer creativa y con imaginación. Si la hija va a casarse con un hombre con dinero. Si se va a curar el enfermo. Si me heredaron algo los abuelos.

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Además algunas personas quisieran tener el poder para saber lo que piensan otras personas. Para saber lo que hablan de uno en las ausencias. Si vamos a ocupar los nombres de las capitales de todos los países, o las ecuaciones de segundo grado. Si los candidatos que participan dicen mentiras o verdades, y cuál de ellos es el que promete y va a cumplir. Y así vamos por la vida, con la única certidumbre de que seremos polvo un buen día.

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