Leamos todos ustedes

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Me parece muy sensato que se promueva la lectura. Qué digo sensato, inteligente. Qué digo sensato e inteligente. Me parece imprescindible, como un acto de sobrevivencia, literalmente. No con eso quiero decir que ya están resueltos todos los problemas de la naturaleza, y en esta de la sociedad, pero sí se le avanza en gran medida.

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L Secretaría de Educación Pública -a nivel federal- y las instituciones estatales de educación en los estados hacen gran parte. Y con seguridad las de cultura. Y hay quienes la promueven desde la ciudadanía. Todas ellas -instancias de gobierno y ciudadanas- con un público distinto, y con el único fin que lograr que otras personas, de cualquier edad, color, religión, escolaridad, se sientan atraídos por los textos escritos.

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Con la lectura se tiene mayor y más amplia visión del mundo. Con la lectura el cerebro logra un mejor desarrollo para la reflexión y el análisis. Con el dominio mayor del lenguaje, que se logra con la lectura, las personas comprenden algo más la situación de la misma persona en la sociedad, y lo pequeño que es el individuo en el concierto del universo. Que no es poca cosa.

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La palabra "chocante" se utiliza en Tabasco como un regionalismo, y significa que la persona se cree mucho. Caes mal porque te sientes superior. O algo así. Seguramente que los tabasqueños de nacimiento tienen una mayor precisión del término. Lo cierto es que hay una diferencia muy grande en su comportamiento entre quien lee y quien no. Y más allá de otras interpretaciones, en medida peyorativas, no tiene que ver con lo bueno o lo malo de la persona, que al fin de cuentas son términos morales.

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"Yo no leo", me dijo ufano un superior mío en la administración pública, al regalarme un libro grueso que le había regalado el autor, y que además venía autografiado. Sobretodo lo hacía orgullecido que no leía, sabía que yo sí, como para demostrarme, según él, que era más inteligente al estar administrativamente en un puesto de mayor jerarquía.

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El que sabe leer y no lee como hábito es igual al que no sabe leer. Están en el mismo plano. El cerebro no se ejercita en el encuentro dichoso entre lector y escritor. Este hizo una parte importante al dejar por escrito bien sus creaciones en la literatura, filosofía o ciencia. El otro descubrirá cosas que no sabía, se informará de otros temas, y se dará cuenta que hay hombres que anhelan, piensan, sueñan y que lo plasman para otras generaciones.

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No. No es fácil promover la lectura sin ser lector. Conozco así a muchos que por su actividad laboral promueven la lectura, se saben los beneficios de la lectura y los recitan cada vez que es necesario. Pero no logran transmitir esa emoción que solo se refleja en el brillo de la mirada, en el movimiento decanos, en el vibrar del cuerpo todo al comentar sobre un libro, sobre algo que está leyendo. Y las personas que lo escuchan logran hacer empatía con ese ímpetu por explicar,, que sienten el impulso por leer.

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Hay dos tipos de lectura. Una, la que es por estudio, la que generalmente se pide en las materias escolares, y está la otra, la que es recreativa, especialmente la literatura, pero puede ser de cualquier tema de interés del potencial lector. A esta nos referimos quienes promovemos lectura, y es específicamente de la que se habla en las escuelas, precisamente en la materia de español, y en los talleres de lectura y redacción.

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Uno de los errores más evidentes en esta promoción es que se piden reportes de lecturas, fichas, resúmenes. Y es entendible que se quiere compensar a quienes leen con algunos puntos que les permita el 9 o 10 en la calificación. Solo que si es carga de tareas, aparte de las otras materias, los chicos y chicas lo sienten como una carga más que se liberan cuando termina el ciclo escolar. Entonces no se logra bien el objetivo.

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Son muy buenos los concursos de declamación y oratoria, siempre y cuando se hagan con el total de estudiantes como público, ah, y que estos provengan de una competencia que se origine dentro de los grupos, y los ganadores vayan a una final al interior de la escuela. Craso error donde solo se lanza la convocatoria y participan unos pocos, y peor cuando la final en la escuela o de zona se hace en un auditorio cerrado, donde solo están los participantes, o solo un grupo, como para rellenar el auditorio. Y no!!!. Debe hacerse frente a todos los alumnos (en lo posible) y avanzando más, con invitación a padres de familia.

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Otra manera de acercarse a la lectura libre, es siendo escucha de esos concursos. A lo mejor no se atreven a participar, pero al escuchar las interpretaciones en secundaria de La Chacha Micaila, Por qué me quité del vicio, Los motivos del lobo, y tatas otras, los individuos entre el público se emocionan y cuando se encuentran esos libros que contienen dichos poemas, los devoran literalmente, porque el concursante supo mover las fibras emocionales del público, lo cual no logra un docente que no lee, por más que lo intente.

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Ay, y no menos importante: la mayoría de los maestros de otras materias creen, equivocados, que la promoción a la lectura es solamente de los maestros de la materia de español.