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Una de las actividades que más amo, son las tardes de sábado en el taller literario. Es una especie de club. Es a partir de las 4 de la tarde. El lugar es un espacio maravilloso, que es como llegar a la propia casa. Es en Casa Alebrijes, ubicada en Castillo 404, centro, atrás del parque los Pajaritos. asisten un promedio de ocho personas, siendo los más jóvenes de 17 y 20 ños. Y el más grande de seguro soy yo con mis 62 años de juventud de ayer o, concediendo, de antier.
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Este sábado tuvimos la visita de Hilario Feria Perez, distinguido amigo, escritor, músico, trabajador de la educación ya jubilado, y participó con su experiencia como un tallerista más. En otra ocasión le pediremos que nos imparta una charla relacionada con la literatura, o en ese mismo sentido, su experiencia en el quehacer literario.
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Aderezado con café y pan. Con el toque de la Luz solar que se cuela a esa hora aún por la puerta y ventana, por lo que andamos moviéndonos de lugar, y entrecerrando, para poder continuar escudriñando y disfrutando los trabajos presentados en el taller. Este sábado pasado (ayer) estuvieron presente Marco Antonio De Dios, Ángel Mendoza, Jaime Ruiz, Martha Pérez Cupil y Nancy. Distintos los textos. Martha presentó un fragmento de su memoria laboral, cuando en sus inicios, habitando la casa del maestro, como muchos d ellos docentes en sus inicios, yo mismo, y la manera como preparábamos nuestros alimentos, con las dificultades de no tener los utensilios necesarios. Y cómo vecinos generosos llevaban a regalar algunos platillos "para los maestros".
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El pan esta vez provenía de Lomitas, Nacajuca, recién salido del horno. Yo saboreé una concha. Había gusanos y otros que no me sé el nombre. Nancy Balleza, de las más recientes integrantes del taller, presentó un cuento, de una serie que está escribiendo. Muy distinto en la temática al anterior. Este de ciencia ficción, "amor etéreo", o amor eterno comentamos, aunque el nombre lo tiene bien ganado la canción del divo Juan Gabriel. Muy bien escrito. Novedad en el tema, por no ser común. Bien tratado. Aunque corriendo el riesgo por lo ambicioso, e manejar muy bien el tema científico, con la llegada de ellos a la tierra. ¿Ellos quienes? X y Y, nombre ficticio, quizá provisional, o ya fijo, dado a los personajes. Escrito en primera persona en su interacción con la segunda, el tema central es el amor que viene desde las moléculas estelares, hasta la llegada o "caída" a la tierra.
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Y el joven Ángel Mendoza, presentó dos poemas de un conjunto de cinco o seis que llevaba impresos. Y se leyeron dos por cuestión de tiempo. Jaime, Delia y yo queríamos ir al Forito de Hernandez y Sierra, para ver la obra de teatro con la que reinician actividades presenciales luego de la pandemia (o pandemia medio dominada). Ángel tiene una pluma con fuerte discurso literario. Y refiero a fuerte no por la temática de los poemas, sino por el dominio que tienen en el discurso poético. Escribe con la seguridad del caminante que anda por los caminos divertido y anotando lo que siente en relación on lo que vive.
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