El feminicidio de Alma

Alma asesinada, otro feminicidio
1. El viejo Hilario y la joven Alma, ambos norteños, discuten al interior de una carnicería, cerca de la puerta de salida. Es apenas el sábado pasado, 19 de agosto. Él tiene 71 años, al parecer consciente de lo que hace y dice. Ella tiene 30 años, y asimismo consciente y plena. Ella es la gerente de dicho establecimiento. El hombre es cliente y carga unos paquetes, que supongo son de carnes diversas, para el asado de la tarde. Se hacen de palabras sin que se sepa la causa. En algún momento ella le dice: "muy valiente con las mujeres". "Yo respeto a los mujeres". "Pues no parece. Lo que debe hacer es dejar la mercancía e irse". Hilario avienta los paquetes y sale, aunque antes se da de manotazos con ella. Regresa y le da una bofetada a uno de los trabajadores que está en la puerta.
2. Se escucha una voz que dice: "llamen a la policía plebe (muchacho), hubieran hablado a la policía." Se acaba el video. Esto sucedió en Ciudad Obregón, cabecera del municipio Cajeme, Sonora. Hilario, enojado, se fue, y más de rato regresó con arma de fuego, entró a la carnicería, tomó descuidados a todos, y disparó tres veces contra Alma, quedando ella muerta, e Hilario salió para irse quizá con tranquilidad, a su casa, que según se ve en otro video, es una residencia de lujo.
3. Lo que no se ve en el video es lo que sucede en muchas partes. Como decir, hasta dónde hemos llegado, y es preciso reflexionar, hacer un alto y cambiar de ruta. Sucede en cualquier área de las ciudades y los pueblos. La violencia explota. En ocasiones tan solo con una mirada: "¿Qué me miras?" O un roce de cuerpos sin querer en lugares concurridos. Se nos hace fácil decir "es mejor que lloren en su casa a que lloren en la mía" o "te falta malicia", esto último en lugar de decir que nos falta bondad. Y así vamos, como en un despeñadero como sociedad. Lo peor: sin que nos demos cuenta.
4. Hilario, flaco, de lentes, se fue a su casa, iracundo. Como de seguro es conocido, los policías sabían dónde vivía, fueron por él, pero como andaban sin orden de cateo, la cual esperaban, solo rodearon la casa para que no escapara. Y lo llamaron, para ver si salía a la calle y lo detuvieran. Este, no tonto, salió al patio, y portón de rejas de por medio, se enfrentó a palabras con los policías. Expresiones machistas, de "yo los tengo bien puestos, para cuando es necesario, pero ahorita no es necesario", y cosas por el estilo. Los genízaros lo llamaban a que saliera. El dijo que no iba a salir, porque no había hecho nada, no debía nada, no había matado a nadie. "Entonces salga". "No, si no soy tonto". Total que ellos dijeron que lo esperarían afuera. Y él que ya no los atendería más y se dio la vuelta. Antes les dijo que la calle es libre, que allí podían quedarse.
5. Se dice que Hilario era cliente asiduo. Que era acosador. Que acosaba a una de las hermanas de Alma. La investigación que se haga hará que salgan a la luz los motivos por los que regresó, a mi parecer injustificables. Horror al crimen. Hay alevosía, hay ventaja y hay premeditación, las agravantes de ley. Ella estaba indefensa, desprevenida. La policía local no acudió al primer llamado, de cuando hubo la discusión-pleito. Que de darse hubieran detenido a Hilario por el pleito. pero lamentablemente no fue así. Y he allí las consecuencias. Sangre y lágrimas.
6. Luego de varias horas, ya conseguido el oficio de cateo, finalmente detuvieron a Hilario. Se mira en otro video cuando lo llevan a una camioneta blanca oficial. Lo custodian dos agentes, quienes lo llevan sujetado por los brazos. Él no opone resistencia. En todo caso las llevaría de perder. Así que mejor va dócil, a enfrentar el cargo jurídico por su cometido, en agravio de Alma, la joven gerente de la carnicería. Con ella sí se puso al tú por tú, valiente. Con los policías no.
7. "Oiga Antonio, ya ha escrito mucho últimamente sobre hechos de sangre, ¿por qué lo hace?", me preguntó una amiga maestra. Y no tengo respuesta clara. Solo que de nada sirve que quede oculto. Recuerdo cuando Manuel Buendía, el periodista asesinado en 1985, en su libro "Ejercicio periodístico", decía que son importantes las páginas de sociales y las notas rojas de los periódicos, porque nos muestran a la sociedad tal como es, como si fuera un espejo. En la nota roja, la mayoría son de pobres que roban, se pelean, son atropellados, matan, asaltan, y se quedan años en la cárcel, y a las víctimas no se les hace justicia. Y las de sociales porque muestran el vacío, lo superfluo, la sobrevalorización del dinero, el lujo, el confort, muchas veces ganado de manera ilegal, o heredado sin mayor esfuerzo, ni mérito, que ser familiar del fallecido. Palabras más, menos, del periodista Buendía.
8. Asimismo debe interesarnos educativamente y por salud social, cuál es el punto de quiebre del cerebro, ese momento que dañó las neuronas del individuo, cambió la ruta de los impulsos eléctricos, cruce de cables, que dan las ordenes al cuerpo entero para cometer delitos. Dónde se generó el mal, el huevo de la serpiente. Qué hechos sociales, si es en el aula, la cas, el barrio, el programa de televisión, en la impunidad, el pisoteo de la gente honrada, exaltación de antivalores, aplausos al que más gana y acumula, sin ver que es a través de delitos, como el no tan simple envenenamiento físico y mental de los niños y los jóvenes.
9. Porque vemos por televisión que sucede un asesinato, una violación, o nos enteramos por otros medios. Y lo sentimos tan lejano, como que eso no sucede a nosotros, como las noticias de la guerra lejana en el Medio Oriente, y no nos enteramos de las muertes de civiles, el derrumbe de sitios históricos, etc, pero nos sentimos a salvo. Y en los crímenes y otras variaciones de daño a los personas, mientras no suceda a un familiar cercano, como que le damos la vuelta a la pagina, y a lo que sigue: a otra cosa mariposa.
10. El feminicidio sucedió en Cajeme, municipio de cerca de 500 mil habitantes. Ciudad Obregón es su cabecera, como Villahermosa es la cabecera del municipio de Centro, aquí en Tabasco. Alma es una víctima más de esta sociedad, y con un responsable específico, Hilario, que ha de pagar con los pocos años que le quedan en la prisión.
Pd. Ante el atroz hecho parecen secundarias y ociosas las preguntas ¿Hilario había pagado los paquetes de carne o no? Si los había pagado, ¿por qué le dicen que se marche y los deje? Si no los había pagado ¿Los estaba robando y por eso fue la discusión, agravada por supuesto por lo que se dice que acosaba a la hermana de Alma? La investigación ha de dejar claros los hechos y las circunstancias.

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