Plumazo Digital 18 de agosto 2023

Hay de famosos a famosos

 

¿Ha escuchado hablar sobre "Las Patronas"? Son las mujeres chiapanecas que se hicieron famosas en 1995 con entrevistas y reportajes en la televisión. ¿La causa de su fama? Preparan comida y en itacate bien amarrado esperan el tren con migrantes y a su paso lanzan esos paquetes para que sacien su hambre los paisanos centroamericanos que no encuentran trabajo o paz en sus lugares de origen y tienen que buscarlo en otras geografías. Merecidamente famosas, las adorables "patronas".

 

Ser muy conocido, es el distintivo de "lo famoso", de quienes "tienen mucha fama". Solo que los motivos para ello pueden ser muy distintos y a veces antagónicos. Por ejemplo, fama la de John Lennon, integrante de The Beatles, una de sus voces y además compositor y activista por la paz. Era y sigue siendo muy famoso. Su contraparte: un admirador, por ser famoso, lo asesinó a tiros en 1980. 

 

Fama, ni se diga, la de Mónica Bellucci, la bella italiana que ha participado en pasarelas, decenas de películas y series. Famosa por sus rasgos, estatura y bien delineado; pero no solo eso sino su actuación y los papeles que ha interpretado la catapultaron para fama bien ganada y deleite de quienes amamos el buen cine. Porque no solo de pan vive el hombre, también de ilusiones: la recordamos en la película "Malena", papel estrella interpretado por Mónica, una joven viuda de guerra, que al caminar por entre el barrio era mirada segura de los adolescentes que se deleitaban y le dedicaban buenos recuerdos en las soledades juveniles.

 

Famosos los hombres más alto y más bajito del mundo. Sultan Kösen, turco de 40 años, mide 2.51 m, y es un gigantón. El más alto anterior fue el chino Bao Xi Sun, que medía 2.36. Y el más bajito es el iraní Afshin, que mide 66 cm y pesa 6.5 kilos. Ambos, el alto y el bajito, son famosos muy a su pesar, sin buscarlo. Y los buscan, y se toman fotos con ellos, y les piden autógrafos. Así va la vida.

 

Y famosos los niños que a tierna edad saben mucho y ya en los 11 años andan de estudiantes en posgrados, y causan revuelo y admiración. Superlativas sus capacidades de aprendizaje, enfrentaron de más chicos las dificultades propias del asombro, el no encajar en lo "normal", hasta que encontraron ruta segura sus maneras especiales de aprender, fáciles, por decirlo de alguna manera. Y siguen en esa ruta admirable. Uno de ellos es el niño Carlos Santamaría Díaz, que a los 5 años sabía mucho de química, y a los 9 estudió un diplomado en bioquímica y energía nuclear en la Universidad Nacional Autónoma de México. 

 

Muy famoso Luis Miguel, desde chiquito, que cantaba y sigue cantando de manera maravillosa, con el "don" y talento. Más allá de los escándalos que también lo hacen más famoso, pero por causas no admirables, como eso de que a sus hijos no los mira, y su ex esposa la bella Aracely Arámbula, en ocasiones saca a la luz algunos detalles de sus relaciones. Fama es fama. Y así pudiera seguir con la lista de quienes con méritos y sin méritos son famosos. Un tal Armando Manzanero, por sus canciones que hicimos nuestras al sentirlas y cantarlas. Famoso José Alfredo Jiménez y sus canciones, casi todas, que acompañados de una buena bebida seguimos cantando aunque tengamos chisguete de voz y no el chorro, como bien decía en alguna canción el famoso Chava Flores.

 

Uno tiene qué hacerse una pregunta: ¿Es necesario ser famoso para vivir la vida digna y con decoro? Famosos debieran ser los campesinos que producen los alimentos en el campo, con dedicación, sudor y mal pagados, a menos de ser los dueños de extensiones grandes de tierra. Famosos los médicos y enfermeras que ofrecieron y ofrendaron su vida en el ejercicio de su muy humanista profesión en la casi pasada pandemia del 2020 y 2021 pasados. Hay quienes no buscan fama haciendo el bien a otros, lo hacen anónimos, sin propaganda, ni fotos, no como otros que posan para la foto entregando huevos, bastones o sillas de ruedas. Famosos debieran ser quienes acuden a hospitales a llevar una torta, un atole o café a quienes tienen a un enfermo internado y no pueden quitarse en las salas de espera por estar atentos si el médico necesita algún material para la cura y hay que comprarlo en la farmacia cercana.

 

Hay famosos que están presos en EEUU, por dedicarse al tráfico de drogas, o pederastia. Hay famosos que adquirieron esa condición de ser muy conocidos porque son asesinos y algunos hasta seriales. En el mercado de la fama hay de todo: una que requiere dedicación, aprendizaje, disciplina y esfuerzo y otra que requiere solo arrojo mas vulgaridad. Hay entonces, de fama a fama. Y la mejor es tener la conciencia tranquila de que se hace lo correcto, lo que hace bien, la fama del que ayuda, se entrega, del que tiene la disponibilidad para quitarse una camisa para darla y cobijar a alguien, o se quita el pan de la mesa para darlo a otro más hambriento, y también da de beber al sediento. Fama la de Jesús, la de Mahatma Gandhi, la del Ché Guevara, Luther King, etcétera.  

 

Aunque "Las Patronas" chiapanecas nos han dejado la lección de que no a fuerza es necesario grandes hechos que trascienden en países o en el mundo en general con revoluciones o descubrimientos en ciencia, sino ocasiones sencillas con hechos cotidianos que realizan personas con buenos sentimientos y buen corazón.

 

 

 

Libro: “El vuelo de tus ojos”

La artista plástica y poeta, Luz Ariana Vázquez Guerrero (Arivazgue),  presentó anoche su libro “El vuelo de tus ojos”,  en la Galería Arí, del centro de Villahermosa. 

Las presentadoras oficiales fueron las conocidas escritoras y poetas Rosy Pérez y Erika Cristina Rodríguez Padrón, quienes disertaron sobre el trabajo literario contenido en el libro. 

El libro es de formato pequeño, de color blanco, con un excelente diseño. Y en sus interiores lo integran 22 bellos y sencillos poemas, la mayoría breves, de alta calidad poética, que merecidamente obtuvieron mención honorífica del concurso nacional de poesía Saúl Ibargoyen 2021.

La poeta Arivazgue -que tal es su nombre artístico- leyó algunos poemas de su libro. Y el público entró a una dinámica de reflexión sobre la poesía, el poeta, y la importancia de la literatura para la sociedad. 

Acompañada de su familia, integrada por padres y hermanos, además de amigos, y en un ambiente de confianza, la poeta respondió a preguntas sobre sus inicios como escritora, que dijo “desde los 13 años empecé a escribir, pero rompía mis poemas, porque me daba pena que los leyeran mis familiares”. Hasta que en una ocasión tomó la decisión de guardarlos como lo valioso que son, y que le han valido ya algunos reconocimientos.

En la mención que obtuvo este poemario, el jurado fue integrado por Lina Zerón, Queta Navagómez y Alejandro Reyes Juárez.

Arivazgue nació en 1971 en Ébano, SLP, y radica en Tabasco desde 1979. Es asimismo artista plástica autodidacta.

 

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