El estudiante

1. Terminé la secundaria. Y nos preguntamos Chuy, Efrén y yo sobre qué estudiar. Uno dijo una cosa, otro otra. Y yo muy orondo "Filosofía y Letras". No sabía lo que significaba bien a bien. Pero intuía que era sobre el pensar y escribir. Filosofía: amigo de la sabiduría. Solo que había un muro: lo económico. Porque había que estudiar bachillerato para luego ¿dónde? estudiar en Monterrey o México esa bella carrera. Doña Carmela, donde yo trabajaba los fines de semana me hizo la misma pregunta y mi respuesta fue la misma. Y me dijo: "No, estudia una carrera corta. Por ejemplo: para maestro de primaria". Y así nací como maestro de primaria 4 años después en 979.

2. Se estudiaba la Normal después de la secundaria, durante 4 años. En esos venturosos años conocí a un Filósofo de mi edad: Oscar Eligio Villanueva Gutiérrez. Ya su pensamiento estaba en formación, pero muy adelantado, en Filosofía, porque era lector indomable y consuetudinario. Y nos acercó a un grupo amplio en ese camino de leer. Nos reuníamos bajo un frondoso árbol en el patio de la casa de uno de los amigos, y estudiábamos el libro: Principios de Filosofía, de George Politzer. Éramos soñadores. Cada sábado, por unas tres horas, elevábamos el cometa de la imaginación y los sueños. Allí andábamos entre los 16 y 18 años. 

3. Óscar, el filosofo muchacho, nos alentaba. El era orador, declamador y aguerrido basquetbolista. Pero sobretodo sabia argumentar y refutar, defender una idea. Era ya un polemista en toda la extensión de la palabra. En su casa tenía libros regados por todas partes, unos cuantos bien ordenados en un pequeño librero, y un altero de revistas Proceso, si esta se creo en 1976, y estábamos en 1978, era la colección completa.

4. Luego me vine a Tabasco a trabajar como maestro de primaria y dejé de lado el sueño de estudiar algo relacionado con Letras y Filosofía. Entré a estudiar Ciencias de la Educación en al UJAT, y tuve una clase llamada Historia de la Filosofía, con una maestra que sabía lo que preparaba de la clase, y luego con un maestro que no la preparaba ni sabía. Yo por mi parte leía literatura. Y me encontré algunas novelas en las que deslizaban temas de Filosofía en la manera de vivir de los personajes. Uno de ellos, las novelas de Milán Kundera; Albert Camus, con El Extranjero y Diderot con Santiago y su amo. 

5. Hace como diez años vi la película "El estudiante", en la que un hombre arriba de los 70 años cumple su sueño de estudiar en la universidad en esa edad. Y esto con el enfrentamiento de sus hijos, quienes le decían que iba a hacer el ridículo. Y efectivamente, sus compañeros no lo quieren integrar en la formación de equipos, pero en el transcurso de la película y de sus estudios, se los va ganando en el día a día. Se gradúa y a los pocos meses muere. pero cumplió su sueño.

6. Lo anterior para decir que yo estaba consciente de tener un sueño aplazado, bueno, varios, y estos eran estudiar Filosofía, aprender a leer y escribir música y estudiar inglés. Y los sigo aplazando. Solo que al ver alguna convocatoria local o nacional sobre estudios de Filosofía o letras, siempre mi imaginación volaba de que aún tengo tiempo (vida) para cumplir los sueños.

7. Aunque siempre he mantenido la idea de que el ser humano debe mantener la actitud vivificante de aprender hasta el último de los alientos. Como ese escritor que en el lecho de moribundo pedía papel y pluma para escribir, el artista plástico que pedía le abrieran la ventana para que entre la luz. Y el lector consuetudinario pide un libro en su lecho de muerte.

8. El joven filósofo Óscar Eligio terminó de estudiar la Normal como yo y otros. Y se fue a trabajar a Monterrey, Nuevo León, y entró a estudiar la carrera anhelada de Filosofía y Letras. Rogelio, otro integrante del grupo de soñadores, lo mismo. Todo eso me enteraba en las vacaciones cuando nos reuníamos de nuevo. Yo mientras tanto estuve cinco años en Jalpa de Méndez, vi un futuro no muy deseable en tardes de bohemia y canciones, y fines de semana igual. Así que decidí migrar a Villahermosa, que como todos as ciudades grandes ofrece un menú amplio de posibilidades de desarrollo epronal.

9. Hace dos años enfermó Óscar Eligio de gravedad. Me avisaron dos amigos. "Es de gravedad y al parecer no hay vuelta atrás. Es cáncer muy agresivo. para que estés pendiente". Días después: "No recibe a nadie ya, pero le mandé decir que queríamos verlo y aceptó. El día sería el próximo jueves (era lunes), por si quieres estar, nos veríamos en Monterrey". Yo pensé en mi tarjeta de crédito y en los anuncios de viaje ahora y pague después. Y "Sí, cuenta conmigo, nos vemos allá". Y efectivamente nos reuníamos 8 amigos, y platicamos largo y tendido con nuestro Filósofo. Yo quería tomar fotos o grabar la charla. No me atreví a preguntar si podía o no. (Esta reunión tengo pendiente escribirla). Al final su esposa nos pidió que nos acomodáramos para tomar una foto.

10. Luego cada vez que aparecía la convocatoria de la UJAT para estudiar Filosofía aplicada, soñaba con inscribirme, pero lo fui aplazando año tras año. Luego me jubilé jubiloso y vino la pandemia. hasta este año que finalmente y con al ayuda de mi hija de recordarme fechas de la convocatoria para la inscripción, e integrarme los expedientes, finalmente he ingresado a la UJAT para estudiar Filosofía aplicada. Dedicados mis estudios en homenaje a Óscar Eligio: "Aquí voy, hermano. Gracias pro fofas esas enseñanzas y por alentarnos a que podemos siempre pensar mejor". Las materias de inicio: Lógica y argumentación; Historia del pensamiento griego y helénico; Ética.

11. Bienaventurados los locos y los necios entusiastas y alegres.. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam