Al anochecer
Llueve. Al anochecer recuerdo en repaso el día. Los trajines en ir y volver. El poema que me espera como el pan con café. Y las historias conocidas entre las palabras, el escondite y la canción en la radio. Cuando amanece agradezco la posibilidad del nuevo día, ese exceso de luces. Y la sombra fresca de los árboles. Tomo café y llueve afuera. Casi medianoche. Y dialogo conmigo mismo. Cuento bombas de jabón una a una. Y saco a escena los momentos tristes. Es un recorrer en la memoria de los momentos que se suceden en el paso de las horas. Tengo a mano las palabras. Tengo a mano los recuerdos. Y enlazo uno a uno para construir un discurso de la imaginación: Entre lo probable y lo posible, mezclado con los sueños. El guiño pongo a prueba por las tardes. Mientras se escucha el vals de los recuerdos. Y las hojas hacen un paréntesis en su caída. El guiño quedó en el subrayado de aquellos versos. Correspondencia entre sus pares. Al anochecer extraño las luces. De su sombra. Y el brillo que aparece en la frente. Cuando el crepúsculo. Sí, precisamente por eso. Ahora en el anochecer. Recuerdos y el monótono cantar de grillos.
Comentarios
Publicar un comentario