Cada día

Cada día fija tu tarea. Sencillas o difícil. Una o varias. Que sean todas posibles. Que representen un esfuerzo, aunque sea mínimo. Pero no dejes de lado el gozo, la alegría. Que te produzca placer el cumplir con la tarea. Las tareas. Si se trata de solo caminar, mira a tu alrededor. Si es escribir no busques dar consejos, como este. Que no lo es. Este es para mí mismo. Cada día tiene sus propios afanes. No os preocupéis por los afanes del mañana, o los del pasado, si así se consideran aún. Los del día son los que hay que atender. Cada día son oportunidades de nuevos poemas, en lectura o escritura. De nuevas imágenes. De nueva savia perenne de la vida. No olvidéis el libro de versos. Por allí anda. Para euforia del recuerdo del porvenir. Y para los sueños de futuro. Cuida la palabra. la lengua. El pensamiento. Pule la palabra. Déjala con algo de brillo aunque sea de orden común. Hoja seca entre los libros.

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