Domingo
Sigo llegando vivo a un domingo. Este, húmedo por lluvias de toda la noche. He olido hoy durazno. Y tomo una taza de café. Escribo del domingo. Inmaterial el tiempo. Sucesos montados en la nada en el paso del tiempo. He cantado con los textos del tema recurrente en estos días: la muerte de un cantante popular. Y se ríe la muerte conmigo. Que siga aún por otro rato. Pero escribe y deja listo lo que quieras. Me dice, socarrona. Yo me hago el bulto porque se aparece en sueños a conversar conmigo. Me acompaña con acordeón, yo tengo mi guitarra. Fotos en la pantalla, junto con el ataúd. Y como de fondo para las charlas con chistes, mis canciones amadas de Silvio, Serrat, Aute, Milanés, Eugenia. Unos poemas de mi autoría en mi voz, donde susurro en original Nervo que amé y fui amado, y al final la despedida a manera de Alejandro Aura, al que seguí en su blog cuando escribía en sus días últimos: Al inicio: Así pues, hay que en algún momento cerrar la cuenta,
pedir los abrigos y marcharnos,
aquí se quedarán las cosas que trajimos al siglo...
Al final:
Nos vamos. Hago una caravana a las personas
que estoy echando ya tanto de menos, y digo adiós.
pedir los abrigos y marcharnos,
aquí se quedarán las cosas que trajimos al siglo...
Al final:
Nos vamos. Hago una caravana a las personas
que estoy echando ya tanto de menos, y digo adiós.
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