Nada es realmente importante

Cultivas oro. Genio de los adioses. Nada es realmente importante, si lo ves de este modo. Vida o muerte es una moneda al aire. Al aire siempre. Cultivas oro que nunca será sonrisa o sonora carcajada. Un abrazo, jamás. La ruta del destino es una. Y tiene datos, mas no atajos. Aunque aparezca Virgilio en el laberinto de la noche. No perdures. A cielo abierto el aire. Las tantas veces de las palabras y los sueños. La música al oído. El canto de las aves nocturnas. Y el de las sirenas cantábricas. Cultivas oro a destiempo. Cuando ya todo ha quedado atrás: el aire puro, la savia original del verbo, el agua transparente. Y apareces en las fotografías de hace mil años. Asomándose al futuro que llegó y se fue en un pasado perpetuo. Nada es realmente importante para mí. A vista el sueño de la madrugada. Y que se repite en la vida real, de lo diario. Cuando amanece y parece que somos otros. Transparentes y translúcidos. Solo para detenernos ante el espejo. Y recordarnos. Esos tiempos de lluvia leve. Y la piel dura y tibia. Mas ahora cultivas oro. Y la sonrisa petrificada delata el paso del tiempo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

De cartas

¿Por qué así, señor periodista?