Bien

Bien sé de la riqueza. Un peso en la bolsa y el libro. Y las grandes extensiones de tierra con cerco. Bien sé que me extralimito en mis posibilidades inherentes. Yo suspiro, solo eso. Y mi memoria es un abanico de opciones. Por ejemplo puedo trasladarme al pasado o al futuro. O a países que no conozco. Y me sucede en sueños. Duermo bien y es mucha ganancia que no cotiza en bolsa. Monto el unicornio. Y salgo en trote por las maravillas del mundo. Habito una biblioteca. Cierro los ojos. Y salimos mi unicornio y yo. Bien se que no exagero. Sé de las grandes albercas de hoteles con cinco estrellas. Y de muelle en la bahía. Y volar con alas de cartón humedecido. Y de los sabores milenarios de la China. El festejo ha sido grande. Miami. Y Estocolmo. Los Nobel, que los leo y me maravillo en la grandeza. El cementerio de París donde reposa el polvo vivo de Víctor Hugo. Bien sé de la riqueza bien ganada. Porque etcétera. Volvamos la hoja. Y en otoño caerán las hojas secas. Y mi limonada a punto de lo frío.

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