Ejercicios

1. Vaca

He tenido dos vacas, ambas en la imaginación. Y me basta. Más de dos sería imposible cuidarlas. Y en la vida real no estoy para eso. La primera me sucedió una madrugada cuando desperté asustado, porque tenía algunos versos en el sueño relacionados con una hermosa y tierna vaca. Y me ha sucedido muchas veces que en el sueño tengo un conjunto de versos casi perfectos, sonoros, rítmicos y luminosos. Pero me confío que en la mañana me voy a despertar y recordar palabra a palabra y nada. Así que esa vez, quizá hace veinticinco años, me levanté en la madrugada y escribí sobre la vaca generala que rumia palabras mientras come alfalfa. El papel donde lo escribí lo perdí, digamos con la inundación, pero así fue. La otra fue algo consciente. El improvisar sobre un tema, y en este caso me dieron el tema vaca. Y me puse a divagar sobre una niña que dibuja una vaca, y que al terminarla se queda dormida la niña, y al despertar su vaca ha desaparecido. Y se pone a llorar porque recuerda que no le dibujó un cencerro (o campanilla) para que con su sonido en el movimiento del caminar de la vaca fuera localizable. Al fin la rumiante apareció en su dibujo, con movimiento, y entonces ahora sí se puso abusada y le dibujó un bello cencerro. Pero aún así la niña ya no se durmió por la preocupación de perder a su vaca.


2. Pozo de agua

Me fui de viaje en el sueño. Iba solo por la carretera, con un palo largo al hombro y en el extremo una bolsa con lo básico: cerillos, piedra pedernal, una foto de unicornio azul, una mini guitarra portátil, un cambiode ropa, y un molinillo para moler café y una taza de colección. No traía libros, pero sí una pluma y un cuadernillo para hacer anotaciones que me sirvieran luego para crónica de viaje. Pero tenía sed. Seguía caminando para ver si encontraba un ojo de agua, como cuando la niñez, con mi padre salíamos a montear y él sabía por donde pasaba un ojo de agua, donde nos refrescábamos, y descansábamos un rato. Yo iba solo por la carretera, en el sueño, era ya la tarde, había pasado lo peor. Cuando a la orilla de la carretera miré un pozo de agua. Mas bien un ángel me hizo señas que allí cerca había un pozo de agua. Sudoroso y con sed me acerqué. Era un pozo de agua bello. Con una cubeta y cable para sacar agua. Al asomarme vi el agua clara como a tres metros de profundidad. Y se veía la luna reflejada, reverberante. Y sin pudor metí la cubeta y esperaba rescatar la luna, y solo saqué agua. Solamente. Pero ya no tenía sed. Fue algo raro en el sueño. Pero fue real el sueño.

3. Pozo de agua (2)

Las casitas separadas, de tal manera que lo que dicen y escuchan de música no se escucha hasta donde uno se encuentra. "Quiero un pozo de agua", dije. Y mis amigos me ayudaron. Un sencillo pozo artesiano, de los viejitos. Y compré los tubos de concreto de un metro de diámetro, que se van enterrando conforme se va escarbando. Íbamos como con cinco tubos enterrados cuando ya estaba el agua allí, fresca y transparente. Algarabía tal que parecía que estábamos descubriendo el hilo negro o el agua insípida, incolora. Alrededor estaban los vecinos. También contentos. Le puse su estructura que en la parte alta tiene una polea (por eso me cuerdo de las máquinas simples), para con una cubeta sacar agua cada vez que se requiera. Cómo es tan importante el agua. ¿Y le va a poner tapa con candado? me preguntó una vecina. "No", le dije. De este pozo ustedes también podrán pasar a sacar agua cuando no llegue la que viene por tubería. Y así quedamos. El agua no se acaba. Sigue siendo transparente, clara. Y siempre está en su nivel. Los vecinos me dicen que han pasado a sacar agua. Y no se nota, porque el nivel sigue siendo el mismo.

4. Abrir cuenta en Andorra

Me hablaron de Andorra, que por cierto no sé por dónde queda, vagamente creo que de Europa, para invitarme a abrir una cuenta bancaria, me dice la empleada bancaria, que es una oportunidad que no puedo dejar pasar, que de manera indistinta están depositando dinero en cantidades estratosféricas, sin ninguna responsabilidad para uno, que si es cuenta de de un ciudadano o ciudadana de México hay muchas más facilidades de que suceda esto. Ya me habían hablado muchas veces, pero trataba de no contestarles porque siempre creo que es un fraude, hasta que ahora me animé a hacer el trámite por la senadora Beltrones que abrió una cuenta de este tipo de oferta bancaria andorreña, y le depositaron muchos dólares, y quieren hacer creer los medios que ella es culpable, pero no es así, según me dijo la señorita empleada bancaria de un banco de Andorra. Es mera casualidad, le tocó en suerte, y que así hay muchos mexicanos más a los que les han depositado de manera anónima. Es como una suerte para muchos, como si fuera una bendición por haberle pedido a Dios dinero con mucha fé y entrega.

5 Wiki dice sobre Andorra.

Andorra, oficialmente Principado de Andorra, es un microestadosoberano del suroeste de Europa, ubicado dentro de la península ibérica. Su sistema político es una democracia parlamentaria. El idioma oficial es el catalán.No tiene ejército, pero sí un cuerpo de policía creado en 1931. Durante mucho tiempo pobre y aislado, consiguió una notable prosperidad desde la Segunda Guerra Mundial a través del turismo y, especialmente, por su condición de paraíso fiscal, condición que perdió para España desde el 10 de febrero de 2010.  Es el microestado más grande de Europa. (Tomado de wiki).


6 Ya pronto mi vacuna

Tan pronto tenga la segunda dosis de la vacuna, iré a mi Matamoros querido. Aún no tengo la primera, porque la están aplicando en el municipio de Centro, por orden y organización, de acuerdo al apellido paterno, en estricto orden alfabético. Y no soy Calvillo en primera, sino en segunda, en primera es Solís, así que voy casi en la bolita, no importa, creo que este fin de semana que viene me va a tocar la primera dosis, y la segunda veinte días después aproximadamente y tengo que investigar en cuántos días más el efecto de las mismas vacunas logra llegar al 95 por ciento de inmunidad (de impunidad solo en lo de las cuentas de Andorra). Digamos unos 20 o 30 días más para poder ir, con cuidado y siguiendo las mismas normas de seguridad como sana distancia, gel y cubrebocas, a mi pueblo y cumplir con el compromiso familiar en el ritual de despedida a mi hermano mayor.


 



 


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