Cierto, a la distancia le debo un vino

Por no volverme a la cordura

Si he sido siempre cabeza dura

Me resigno por eso a mi destino.


¿Qué sería de mí

Entrando a misa y allí mismo

Soltar los perros de la risa

O tergiversar la palabra?


Y dejar  a la suerte del abracadabra 

lo que habría de resultar 

Entre versos sin sustancia

 Por solo en la ganancia pensar


Por eso traigan el vino 

Y emborrachar a la distancia

Sea de pulque, tequila o jerez

Y seguir en juegos de la infancia. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

De cartas

¿Por qué así, señor periodista?