Descubriendo los años, el talento y la vida

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Cundo dos o más dialogan, sin el afán de convencerse; cuando intercambian ideas y opiniones sobre un tema; cuando se disfruta la palabra y se pone atención al otro, a los otros, no para responder, sino con el afán de conocer al otro y conocer sus puntos de vista, no con el fin de atacarlo, sino para complementarlo, es el espíritu griego, específicamente de Platón que ronda en esos lugares, y como sombra antigua y moderna nos cubre bajo su manto.

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Ayer fue uno de esos días de diálogo fraterno, de los que quedan gratamente en la memoria por siempre. Fue viernes. Y por tanto un programa más pero distinto de Descubriendo el Talento, creado y dirigido por Joel Taracena Santos. Pero además es su cumpleaños, y entonces tuvo la buena idea de que el tema del programa fuera "La vida", o "la vida", "o "LA VIDA". Y siendo lo mismo escribo la palabra con la variante de mayúsculas y minúsculas para intentar a lo mejor fallidamente dar la idea del enfoque que podría dársele en el desarrollo del programa mismo.

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Pero además tuvo el tino acertado de invitar a dos de los grande periodistas de Tabasco, como son mis admirados Juan José Rodríguez Gálvez y Francisco Hernández, a quien se le conoce como El Sishito, por el nombre de de su periódico, y que fue su condiscípulo en la la carrera universitariade Derecho. Y junto a ellos me invitó a mí, lo cual agradezco. Junto con Joel, el programa tendría cuatro enfoques distintos aunque complementarios, sobre lo que disfrutamos y nos permite leer, escribir, amar y gozar, que es la vida. 

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"Pero vente antes, a las 4, para que comamos y de allí al programa", dijo días antes sonriente, amable y cariñoso. Lo cual era una distinción doble, pero además una muestra más de su alegría y hospitalidad generosa (de su familia toda), lo cual se reconoce, pero sobretodo se agradece. Y yo tratando de ser puntual, llegué creo que diez minutos tarde, y salió a mi paso Joel para conducirme hasta la cocina donde ya estaba Juan José y tres familiares amigos, me integré yo, con hambre por satisfacer y luego llegó Francisco, dentro del margen previo al inicio del programa. Siempre he dicho y reiterado que son el amor y la amistad dos de los sentimientos que sostienen la humanidad, y esto que cuento previo al programa y el programa mismo, son precisamente un ejemplo de ello.

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Ya sentados en el área del programa, su hija menor en el manejo de los controles técnicos, y nosotros acomodados ya para grata sorpresa estrenando dos cámaras, me quedó de frente Juan José y Joel frente a Francisco. Y ya iniciado el tema, "qué es la vida", para de allí soltarnos cada quien desde el color del cristal conque hemos enfocado y entendido a nuestro entender, el concepto de la vida que mezclamos con el de felicidad.

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En estos casos de opinión y argumentación a mí no me gusta empezar, pero es bueno hacerlo, porque lo que uno diga en el inicio nada se repite. Asimismo, y en todo caso, el que habla a lo último ya tiene dos pies de apoyo para no decir lo que otros dijeron. Solo que alguien tiene que empezar y de manera natural y le correspondió el turno a Juan José Gálvez. 

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Como un paréntesis, comento que la columna periodística "La posta", de Juan José, es una de mis lecturas favoritas, la cual publica en redes dos o tres veces por semana. Me pasa lo mismo con ella como antes, hace ya varios años, con el Inventario de José Emilio Pacheco, en Proceso; la de Gabriel García Márquez, que tenía en el mismo medio y la de Jorge Ibargüengoitia en Excélsior. Un nombre trataba yo de ubicar en el recuerdo,  ya en el caso del programa y tema, como un símil de ayer viernes, para dar una referencia sobre el tipo y contenido del mismo, y era el nombre de Germán Dehesa, en su columna del Ángel, que me tocó verla en televisión, pero que publicaba en el diario Reforma. Y el nombre lo sacó Juan José Galvez en una de sus intervenciones. Dehesa charlaba como si estuviera en la sala de nuestra casa, con temas importantes y difíciles, pero lo hacía de la manera más natural y sencilla, muy comunicativa con quienes neófitos lo escuchábamos gratamente. Cierro paréntesis.

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Y lo mismo Francisco Hernández, Sishito, que es referencia obligada en el periodismo tabasqueño. A veces decimos de la vieja guardia. Pero uno los escucha en su modo afable de comunicarse en persona, y kos damos cuenta que nada tienen de vieja, sino de guardia con experiencia, alegría y temple. A ambos yo no conocía en persona, y la oportunidad me la dio Joel con invitarme junto con ellos a este programa.

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Joel, conductor del programa, visiblemente emocionado dio la introducción sobre el tema " la vida". Y cada uno en turno, los demás atentos, fuimos dando nuestra opinión sobre el tema, difícil de abarcar, pocas veces tratado, siempre eludido porque lo damos por sentado; y lo hicimos desde la amistad y la experiencia, palabras amorosas que se juntaron para dar una visión conjunta del tema. Empezando como reto la afirmación rotunda de José Alfredo de que "no vale nada la vida". 

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El individuo, la familia, el transitar del tiempo, si hay un fin de la vida con la muerte, si hay algo más, debe haber. Nadie ha vuelto para contarnos. Hay una película que se llama 90 minutos en el cielo, de una experiencia de un pastor, dice Joel. La vida no solo humana sino de todos los seres vivos. Lo mágico de los procesos que permiten funcionar al ser vivo, vivir como si fuera el último día, trascender en el ser; lo que es la felicidad para cada quien. Y el agradecimiento de estar vivos.  

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"La vida es todo, no hay nada más, después de la pandemia le dimos más valor, cuando se acaba la vida no hay más, no hay reencarnación, con respeto a las creencias", resume desde el inicio Juan José Gálvez, y con ello nos da una pista para acomodar nuestras ideas sobre el tema como el conjunto donde caben no otros, sino solamente los subconjuntos que conocemos en nuestro transitar.  

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Joel: "Aquí se queda todo, patrimonio no nos llevamos". Francisco: "Yo le doy gracias a la vida, a Dios, estoy agradecido. He tenido muchos éxitos, y pocos fracasos". Juan José:  "hacer el bien y ser feliz, eso es la vida". Joel como reflexión final: "Cumplir un año más es despertarme todos los días temprano, escuchar los pájaros, el ruido de los autos, ver la creación De Dios, el fluir del río, pero estar convencido de que Dios todo nos los provee; a cada uno Dios nos pone las cosas; convencido estoy es que Dios todo lo sabe, nuestro inicio y final, y en ese sentimiento, en esta etapa, en este día con ustedes me siento muy satisfecho. En paz, ninguna queja, porque la vida es hermosa, hacer poesía, reunirnos en el café, escribir, sentir la brisa, eso es vida. Dios todo lo acomoda. Gracias a ustedes.

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Ya habíamos cantado las mañanitas por el cumpleaños de Joel. Ya Don Jesús Martínez nos había mandado el jocoso e ilustrativo comentario de "¿la vida? Uyyy, nunca van a terminar". Y en efecto,  habrá que hacer otros programas con ese y otros temas iguales de amplios, en la intención de seguir dialogando, que ese dialogar nos justifique en la vida, como bien descubrió Platón que es el distintivo de lo humano precisamente el intercambio de ideas a través de la palabra.

  



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