Despedidas

1

Nuestras miradas se cruzaron. Yo me hice el fuerte. Me acerqué a despedirme, nos abrazamos, me echó su bendición, y con mi maleta estudiantil en la mano -recuerdo era una bolsa verde militar- , salí rumbo a la central camionera.  Era nuevo maestro de primaria. Y me iba rumbo al estado a donde había salido mi orden de comisión. Me había despedido de mi madre.

2


Irse es una parte de la vida. Nos ha sucedido tantas ocasiones. Y cada una de ellas nos ha fortalecido en lo que llamo "forja del espíritu". Aunque por dentro nos haya desacomodado en nuestro confort, No de otra manera nos hacemos más fuertes. La palabra "forja" refiere sobretodo al proceso del acero, el cual, mediante golpes de martillo o marro que le da el herrero, , toma la forma que se requiere, sea espada, cuchillo, lámina, etc.

3

Irse en general se refiere a quitarse de la familia para residir provisional o permanente en otra parte, sea barrio, pueblo, ciudad, país. Y cambian nuestras rutinas, nuestras comidas, nuestras diversiones. Aunque de entrada piense uno en situaciones semejantes. Y poco a poco se irá adaptando a nuevas realidades.

4

Irse a veces es por estudios, por comisión de trabajo, por vagabundeo, por seguir un amor correspondido, por mejorar la salud, por buscar comida. En todo caso el individuo busca adaptarse de nuevo en otro barrio, aprender lo más rápido posible otro idioma, otros caminos, otras calles,

5

Y muchas otras veces más me despedí de ella, de mi madre, las veces que fui de vacaciones y llegaba el últimodía, el de marcharme, el de dejarla, el de separarnos. Algo sucede en nuestras mentes, que aún separados, se mantiene la comunicación en nuestros cerebros. Cada vez, en los momentos menos pensados, allí estamos recordando a la persona amada, a la que uno extraña, en este caso mi madre, con indisoluble lazo de unidad, separados en el nacimiento, había que irse de manera natural del vientre de ella. Irse significaba vivir, quedarse dentro de ella significaba la muerte de ambos.

6

Entonces irse es un destino. Es tocar fanfarrias de fiesta. Es decir no más. Siempre es necesario, aunque no se mire así. Aunque se sufra. Aunque se desgarre el alma. Irse es recorrer el destino previsto. Es terminar de leer el libro y cambiarse a otro. Es tirar la ropa que ya no sirve y acomodar el cuerpo a otra. Es dejar los zapatos viejos o seminuevos que no se ajustan con comodidad a nuestro pie. 

7


Mi madre se sentaba en un sillón en el patio de enfrente de la casa. No decía nada. Solo miraba con dolor del alma expresado en sus ojos lánguidos durante todos los años de su vida, cuando yo acomodaba las cosas en el auto, para partir minutos después. Y tener la esperanza de vernos y abrazarnos las siguientes vacaciones. con un Si Dios quiere o un Dios mediante. Y finalmente movía yo el carro para alejarme de ella, hasta que esto ya no fue posible porque ella tuvo asimismo que irse. Y no nos vimos más, solo en sueños.

8

Irse asimismo tiene correspondencia directa e indisoluble con el llegar, cuando nos dan un abrazo, nos dan la bienvenida. Cuando hay sonrisas, o un "ya que" resignado. Pero en general es de esperanza, de nuevas actividades con otras personas, de quien aprendemos y aprenden de uno. Escuchamos otros tonos, otros paisajes, nuevas variedades de pájaros, de árboles, de frutas. Se amplía nuestro campo de imaginación, se activan otras áreas de la creatividad, miramos otros tonos de colores, disfrutamos nuevos sabores. En general nuestro campo de experiencia se vuelve mayor. Y nuevas palabras regionales se incorporan a nuestro banco de palabras.

9

Irse es llegar a un nuevo mundo. La historia nos da infinidad de ejemplos de ello. No es el caso consignar algunos. Solo que es una referencia obligada. Somos viajeros irreprimibles. Aún que sean viajes en nuestros barrios, caminamos por otras calles que en las rutinas diarias no utilizamos. Miramos en nuestras caminatas nuevos frentes de casas, nuevos jardines, otra variedad de flores. No he visto jaulas con pájaros. Casas abandonadas, sí. A otras personas que salen de sus casas rumbo a sus trabajos. Se van y vuelven.

10

En la Central camionera, entre la multitud que iba a despedir a kos viajeros, estaba mi ex novia. Ya teníamos un año de que dejamos de ser novios. Fue una sorpresa grata verla allí. Se acercó. Me tomó de la mano. Nuestras miradas decían más que palabras. Ya me estaban llamando para subir. En minutos se escribiría otra historia personal. Nos abrazamos.  Ella me dio de regalo un beso de tornillo.

11

Irse a veces es en silencio, y a veces es verse cara a cara, darse un abrazo fuerte y en ocasiones es besarse con desesperación sabiendo que será el último. El lugar en ocasiones es la casa, un hotel, la estación de trenes, la central camionera, una plaza. El lugar es lo de menos. Es necesario irse. Despegar lo que aparentemente está pegado en lo que llaman apegos, unión de egos.  

12

El viaje que casi no hacemos es el hacia uno mismo. Tenemos miedo a asomarnos al espejo donde vemos nuestro interior. Que a veces está lleno de ilusiones, de esperanza. Y a veces está vacío y nos cuesta llenarlo de buenas visiones, de buenos propósitos. Nos incomoda pensar que estamos de viaje y que he de irnos más temprano que tarde. Y que no es lo mismo durar tiempo en la vida, que vivir dejando huella.

13

Dice el poeta Alejandro Aura en su poema Despedida: "Lo que queda no hubo manera de enmendarlo por más matemáticas que le fuimos echando sin reposo, ya estaba medio mal desde el principio de las eras y nadie ha tenido la holgura necesaria para sentarse a deshacer el apasionante intríngulis de la creación, de modo que se queda como estaba, con sus millones, billones, trillones de galaxias incomprensibles a la mano, esperando a que alguien tenga tiempo para ver los planos y completo el panorama lo descifre y se pueda resolver. Nos vamos. Hago una caravana a las personas que estoy echando ya tanto de menos, y digo adiós".


 


Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam