La palabra compartida, el mejor pan

1

Mañana de ideas y palabras. De recorrido entre unos y los otros. De revelaciones. De tono didáctico. De amor a las palabras. Decenas de ojos brillantes y esperanzadores, viendo un verdadero y exacto espectáculo de lo más humano posible. Un libro nuevo. Tres hombres buenos al frente. Y la fiesta de ideas en torno al periodismo, a la comunicación y a la literatura. En síntesis, a la belleza de las palabras, en una polifonía de voces, que a las iniciales del autor y presentadores, se le sumaron voces del público, para cerrar con broche de oro sonoro. El libro: Breve encuentro con los otros; textos periodísticos. Su autor, el joven y brillante maestro Kristian Antonio Cerino, oriundo de Jalpa. Los presentadores, Jaime Ruiz y Mario Cerino. La palabra compartida es el mejor pan. 

2

La Universidad Juárez, local, está de fiesta cultural con la feria anual del libro. Hay muchas actividades propias de estos tipos de evento: presentación de libros, lecturas, conferencias, música. Y, por supuesto, sin faltar la venta de libros de diversas editoriales, con temas para todo tipo de intereses y gustos. Y en el exterior del maravilloso y funcional edificio del CIVE, olor grato de café, risas y palabras mayormente juveniles, y espacios para venta de souvenirs.


3

Justo 2 minutos antes de las 9, subimos por el elevador y jugamos a si nos quedamos dentro por siempre. "Temblaría el Tabasco cultural", dije por decir algo. Yo estabavtentado a escalar los seis pisos. Pero ya estaba adentro del cubo. Y empezó a ascender. Destino: el piso 6 dónde se presentaría en el aula 26, un libro de Kristian Cerino. En el elevador coincidimos Jaile Ruiz, Mario Cerino y Delia Cantoral. Además de dos estudiantes. "Menos mal que aguanta 800 kilos", dije. Y me acaricié la barriga. "Yo prefiero la referencia de seis personas", dijo Mario. "Si calculo pesos me pueden mirar feo las personas", justificó.

4


Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam