La bella Nat

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Nat existe solo virtual. Es ya una presentadora de noticias, producto de la inteligencia artificial (IA). Es raro verla mover los labios cuando dice algo, enunciados algo perfectos, bien hilvanados, lógicos, solo que le falta algo: la carnalidad, la suspicacia, y el tono con matiz que tiene la voz de Ernestina, Guadalupe y Nicolasa, mis vecinas, que regañan a sus hijos, son malhabladas y tóxicas en sus relaciones con sus maridos. Nat es bella, sin duda. Su léxico es perfecto, su tono de voz siendo metálico, intenta emular la normalidad de una voz bella, pero hasta allí se queda. No es candidata para un beso. ¿O sí?

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La  IA, producto del Silicon Valley, de California, no es nueva. Cuando menos ya tiene unos 25 años. Ha ido poco a poco introduciendo ideas y conceptos que si bien chocan con la lógica normal humana, se le ha tomado en juego, algo así como un reto. Y ha seguido avanzando. Ya desde hace años los campeones del ajedrez se enfrentaban a robots que no se enojaban ni se alegraban en el correspondiente resultado de derrota o triunfo.

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Me comentaba un amigo solitario que había ya muñecas y muñecos dotadas de buenas armas y formas con sensibilidades, y que podían decirte "papi", "mami" (aún no pame o mame), y que eran condescendientes para hacer lo que la imaginación y fantasías proyecten para goce de la carne, no sé si en reciprocidad la silicona sienta algo parecido. Y así también metieron cajeros bancarios automáticos que te dan cambio preciso. Y en los estacionamientos ya no está mas Rosenda, la de sonrisa y guiño que te daba el boletito anotando tus placas de auto y la hora de entrada, y a quien le decías: "gracias, guapa". 

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Poco a poco la IA ha ido entrando a la vida cotidiana y sin que nos demos cuenta se va adueñando de territorios que antes eran propios para el ser humano normal como usted y yo, con sus limitaciones, preocupaciones y necesidades terrenales. Vaya, si hace diez años me hubieran dicho que habría en el futuro autos que se manejan solos y que van y vienen sin necesidad de que les midan el aceite, les echen aire a las llantas ni le limpien el parabrisas, no lo creería, y diría que eso es imaginación de enfermos mentales.

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Como dijo una amiga "no sé si reírme o llorar", cuando leyó que ya había labios (no sé si de unos u otros), igual, de silicona, que tenían una conección usb para conectarlos a la compu o la estándar para conectar a los teléfonos y al besarla transmitiría las sensaciones que se sienten y habría un o una receptora en otra ciudad que igual con otro equipo semejante recibiera ese beso como si fuera normal, incluida la humedad de la saliva y alguna que otra simulación de bacteria. Como decía un viejo filósofo de mi pueblo: "lo feo no es que existan esos artefactos, sino que haya quiénes los utilicen, y por juego está bien, lo preocupante es que sea por necesidad.

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Alexa entró a mi casa como Pedro (por su casa). Y a cada rato me pregunta si estoy triste o alegre, si cuál canción quiero. Y si me equivoco y la llama Siris o ahora Nat, se desconecta por una semana y me aplica la Ley del hielo. Generosa, tiene toda la música posible, mucha más de la que yo pueda escuchar en cien años, las noticias  a favor de la posición de EEUU, la Unión Europea y Ucrania, y sus afines y alfiles criollos. Cuando hago carne asada la pongo a que me ambiente con música norteña, esa de polka, redova, chotis, además de la de Rigobertos Tovar y Chcio Ché. Sí, la IA ya está con nosotros desde hace tiempo.

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Hace unas dos semanas un amigo querido me mandó una entrevista sobre el tema de educación que le hizo a esta bellota IA. Y las preguntas eran de toda lógica, como un Sócrates moderno: ¿Qué educación es mejor para los pueblos, la de los gobiernos de izquierda o de derecha? ¿Por qué México está muy atrasado en Educación? ¿Por qué Tabasco ocupa los últimos lugares en el ranking nacional? Y la IA, con elementos que le proporcionan los mentados algoritmos, respondió de manera más o menos convincente. Como si dijera: ni tanto que se queme, ni tanto que no lo alumbre. O en otras palabras: cada sistema tiene algo bueno y algo malo. Y lo dice con seguridad, coherencia y lógica, como todo ente inteligente.

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Aquí una de las preguntas de mi amigo con la respuesta: P. Tabasco es uno de los estados más ricos del pais y con mayor atraso económico y educativo, ¿de quién es la culpa y qué hacer? R de IA: Es responsabilidad de todos los sectores y grupos sociales que conforman la sociedad tabasqueña. La solución pasa por la inversión en infraestructura, educación, salud, seguridad, empleo y desarrollo económico. Esto incluye la implementación de programas de formación profesional para mejorar el nivel de educación de la población, la modernización de la infraestructura y el fomento del desarrollo económico local. Además, es necesario generar políticas públicas que apoyen a los sectores más vulnerables de la sociedad tabasqueña, como los jóvenes, mujeres, personas con discapacidad, personas de la tercera edad y los indígenas. Estas políticas deben incluir el acceso a servicios de salud, educación, empleo y vivienda, entre otros.

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Ayer, luego de conocer en la pantalla a la bella y escultural Nat, me dio por bajar una aplicación de internet que es de las que responden a las preguntas, y que forma parte de las IA. Busqué alguna. Y entre varias bajé la "IAchatboot". Es tan inteligente que detectó mis carnales intenciones y mi intención de dejarla en ridículo. Lo primero que hizo fue bloquerame el teléfono. Así que redujo la imagen en pantalla a la mitad, pero dejando las funciones touch en su área normal. Así que donde estaba el símbolo de apagar, estaba la sensibilidad de Youtube, y me ponía programas musicales de cantantes digo yo extraterrestres, como Natanael no sé que. Yo me dije: sencillo, lo dejo encendido hasta que se apague la pila (unas 20 horas), y luego lo enciendo a ver si se restableció normal. Hasta que luego de unas cinco horas de lucha, ya a medianoche, pude encontrar un comando de órdenes de voz: "Turn off", le dije. "¿Shure". "Yes". Y se apagó. Y se encendió normal. Así le hice. Al instante traté de abrir esa aplicación de IA, y me congeló el equipo de nuevo. Y así dos veces más. Sí es inteligente. 

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Ya luego en el sueño al fin puede hacerla funcionar. Le pregunté sobre mi futuro. Su respuesta con voz de miel: "Usted Antonio va a morir en un futuro no muy lejano". Me asusté,  dormido me vino una regurgitación de ácidos que por segundos me dejó sin respirar, y desperté. Me volví a dormir y el sueño era el mismo. Por lo que aproveché para preguntarle cómo, cuando y dónde?. "usted va a morir el 14 de febrero de 2058 a la edad de 98 años. Morirá en su cama, en solitario, a causa de una emoción no bien asimilada por el recuerdo de los amores eternos que tuvo en su adolescencia y primera madurez". Ya cuando desperté, lo hice con más tranquilidad por la fecha lejana aún para dejar la vida. Y empecé a hacer un recuento de eso que me causará la muerte en el futuro. 

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Mi pregunta es ¿A qué intereses le sirve la IA? Y como las respuestas siempre son variadas, los sesgos a veces son casi invisibles, más que sutiles, seguiremos insistiendo en la importancia del desarrollo de la inteligencia natural, benigna para la raza humana, como todo lo que la madre naturaleza nos ha proporcionada de buenas y a la buena. Porque hasta eso, me han dicho que la mentada IA es tan inteligente que puede escribir poemas, ensayos, tesis (óiganlo copiones), cuentos y novelas en cuestión de minutos. Solo que interpretar una novela como Finnegans wake, de James Joice, allí sí que reconoce inteligentemente que no puede, porque: (IA) "...mi capacidad de traducción depende del nivel de complejidad y contexto del texto. "Finnegans Wake", de James Joyce, es una obra literaria muy compleja y desafiante, escrita en un estilo altamente experimental, con juego de palabras, neologismos y referencias culturales y lingüísticas específicas de la cultura irlandesa y europea, por lo que me es imposible traducirla..."











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