De vez en cuando

De vez en cuando aguijonea la felicidad. Es cuando los colores se saturan. No es permanente, en verdad, pero vale la pena el arriesgue. Es un asalto de sonrisas y guiños en despoblado. Es cantar melodías escritas por razones semejantes en otra geografía y tiempo. Es un abrir y cerrar de ojos a la tanta luz del momento. Es cuando la nube despereza y moja juguetona. La flor nenúfar ofrenda sus pétalos al tiempo. La calabaza se convierte en dulce verdadero, no en auto de metal frío, sombrío el lujo, ya qué. Ese de vez en cuando también es tolerante. Y provee lo que corresponde exacto al interior, y como rey Midas otorga oro y cobre en el vacío de la plenitud.

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