Higo (De Cartas)

Había un árbol de higuera en casa de mis padres. Era medianamente frondosa y estaba en el fondo del solar. Recuerdo bien la multiforme lija de sus hojas. Nos acompañó en buena parte de la niñez.  Cuando le brotaba un higo en el día a día esperábamos paciente su madurar. Y finalmente fueron las heladas de diciembre enero, las que la abatieron, aunque para ejemplo permaneció de pie, ya seco. Hasta que Don Juan la fusionó con la hormiga  y el cardo.

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