Llueve (de cartas)


Ahorita llueve. Tiene ya rato que está lloviendo, como si no hubiera otra cosa por hacer. Y me parece bien. Porque juntos miraríamos la lluvia, abrazados. Y saldríamos un ratito a mojarnos. Siempre la humedad ayuda a que sean más proclives al crecimiento las semillas, más el necesario calor.
Me preparé una lechita hirviente con polvo de café. Sabe mejor. Y tengo unas galletitas que compré en Tenosique la vez pasada. Y escribo tu carta, corazón. ¿Puede haber mayor dicha? Por supuesto que no.

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