Y si (2)

1

Y si volviera el tiempo aquel. Aquí ponga usted la etapa donde ha sido o siente que ha sido el más feliz de su existencia. Habrán sido muchos, tal vez, y habrá espacio para detallar algunos. Sea que volvamos el pensamiento a algo anterior o planteemos algún tiempo del futuro. Todo es imaginar, como un ejercicio tal, que nos permita sentir lo que se ha sentido o lo que se sentir.a. Por ejemplo la humedad con lluvia esperada y deseada, o salobre agua del mar.

2

Uno es asunto del tiempo. Otro es el de imaginar al ver a personas que pudieran comportarse de otra manera, como si en lugar de irse al sur se fueran hacia el norte, y que en lugar de la vida miserable que vivieron o digamos, feliz, vivieran otra completamente diferente. Porque dejar solo al pensamiento recordar lo que sucedió puede dañar aún más, en cambio pudiera ser como medicina para el alma imaginar que se pudo haber vivido otra vida nada parecida a la anterior. Como aquella vez que sucedió lo del amor, o lo de tener un bebé o dos, o caminar por otra acera y encontrar al amor de la vida. Y si sucediera otra vez.

3

Y si por ejemplo Norma Jaen hubiera nacido como Marylin Monroe y su lugar geográfico fuera el barrio donde yo crecí y aprendiera inglés y mecanografía en la academia Popular, y despertara al placer con yo que no soy el mismo, y navegara su vida al revés de como sucedió, y trabajara luego de secretaria en una fábrica u obrera de maquiladora, y fuéramos amigos, yo le comprara rosas y bombones. Y nos pondríamos a leer sentados en una banca del parque, y luego nos acostaríamos en el pasto para encontrar formas en las nubes.

4

Y si por ejemplo yo no hubiera aprendido a nadar desde los doce y manejar bicicletas desde los 10 años, yo andaría en esta edad aprendiendo como de capital importancia esas dos actividades, aunque las caídas en la bicicleta ya no fueran lo mismo, y en lugar de los raspones infantiles en la rodilla, brazos o frente, que se curaban con el sana sana coleta de rana, sería ahora una quebradura, pero qué más da.

5

Y si no hubiera guardado silencio aquella vez, y en lugar de un rotundo no, o sí, depende la situación, y me hubiera ido a trabajar al norte, por esos lugares de lagos y coníferas de Michigan o encarpadas montañas de Colorado. Y mi vida hubiera recorrido otros senderos, bares, hoteles y camas, y colectara naranja o tomate, y tuviera mi camioneta americana, y a recorrer carretera como el que más, con una guitarra a un lado y un amor de verdad, aunque fuera de ocasión, y cantáramos al unísono melodías de antier, mexicanas o del country. No lo sé, hay mil y una otra vida que pudieron haber sido y no fueron.

6

Y si no hubieras sido profesor ¿qué te hubiera gustado ser? Y echa uno al vuelo la imaginación, con las respuestas repetidas de payaso, músico o faquir, saltimbanqui, de un lugar a otro, durmiendo en carpas acompañado y acompasado por el viento, o en la orilla de ríos o mar. Uno se pondría a cantar, no es novedad, o "aquí no hay novedad". Y el camino inspiraría, entre tantas imágenes, llegar a u nuevo pueblo o ciudad, y las chicas hacerlas reír y encontrar una mirada que quisiera escapar a una vida al aire libre, natural, y heme aquí escribiendo sentado en un mieble de sala, a la espalda la ventana por donde se cuela suficiente luz.

7

Y si es una manera brutal de armar otra realidad, una quizá mejor, o depende del enfoque que le quisiéramos dar. Ejemplo: entrar a un manicomio o cárcel, o ser trabajador en una mina, en la semioscuridad o en un campo de vegetales, a pleno sol, donde el horario sea de seis a seis, y encontrarse al final tumbado en un cuarto para diez, con un sándwich de jamón y una cocacola para chispear la vida, o una caliente taza de café. Y de seguro habría de estar un libro de aventuras, las mil y una noche, que encienda una nueva realidad, una aunque sea de ficción, para poder soñar e imaginar otras vidas vivir.

8

Y si el amor de tu vida se hubiera hecho realidad. No queda posibilidad, más que reconocer que el amor de la vida nace y muere en mí, muy dentro de mí. El hecho de cabalgar en miradas, y al conjuro reír, y vibrar en ocasión de poemas leer, de libros degustar, de miradas cruzar, de piel tocar, de ensueños crear, de sueños vivir, de encantados jugar, de poemas cantar y escribir, de relatos ufanar, de viajes armar, de guitarra tocar, de otra vida imaginar, y hacerla realidad ante la taza de un café. Y si...

9

Y si lloviera. Cómo extraño la humedad. El olor a tierra mojada. El ver las hojas de los árboles en su verde brillar. Las flores sonreír. Cuando llueve la vida da saltos de alegría, aún que lloviera en exceso, como suele suceder. 

10

Y si platicáramos en lo que pudo ser y no fue, en lo que fue, en lo que hubiera sido diferente. Y si fuéramos por un café. Puede suceder, no sé. Que los astros se alinearan. Que la razón pariera una nueva idea. Que en Roma nevara y un tigre se escapara del zoológico o circo y caminara por esas calles y callejones, para deleite de los romanos y turistas, e imaginar que lo soñado se cumple. Y como es algo imposible: ¿y si los gallos mamaran?

  

 

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